Capítulo 24

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Maisie mordió su bolígrafo y pensó durante mucho tiempo, pero estaba atrapada en una sequía de inspiración...

"Zee".

Al ver a Willow aparecer fuera de su puerta, Maisie bajó el bolígrafo. "No hay nadie cerca. Puedes dejar caer la careta. Es nauseabundo".

Si este fuera cualquier otro día, Willow habría dicho un comentario mordaz. Hoy, sin embargo, se las arregló para conversar de una manera calmada y tranquila. "No estoy aquí para empezar una pelea. Soy muy consciente de que eres mucho más experta en asuntos de negocios".

Willow colocó los documentos que tenía sobre la mesa. "Estoy segura de que sabes el enigma al que se enfrenta actualmente Vaenna. Sucede que hay un cliente que está dispuesto a proporcionarnos una plataforma de publicidad. ¿Podrías venir conmigo y discutir los términos del contrato esta noche?

Maisie recogió la carpeta del contrato, hojeó las páginas y luego sonrió. "Claro, iré contigo".

"Nos vemos esta noche entonces". Cuando Willow se volteó para irse, sus ojos parpadearon de frialdad.

Maisie recogió la carpeta para cerrar el contrato. Sus cejas se arquearon ligeramente. Quería ver el tipo de clientela que Willow había elegido.

En la sede de Blackgold Group, Nolan se paró frente a las ventanas de piso a techo, mirando la vistas que tenia debajo. Él giró el anillo que tenía en su dedo medio. A través del reflejo del espejo, vio a Quincy aparecer.

"Mr Goldmann, tengo a alguien en Stoslo haciendo una verificación de antecedentes. Por alguna razón, no había mucha información que pudiéramos encontrar sobre la señorita Maisie Vanderbilt. Es como si alguien deliberadamente la tuviera oculta."

Nolan giró el rostro y lo miró." ¿Estás diciendo, que alguien puso su información confidencial?."

Quincy asintió. "Exactamente eso. Casi nadie sabe qué la reconocida diseñadora de joyería en Stoslo, es en realidad Maisie Vanderbilt. Solo una selección de algunos trabajadores de Luxella la han visto. Después de haber visto su foto, confirmaron que era ella."

"Pero.. usted me mandó a comprobar si había dado a luz en Stoslo. Y a pesar de ir a todos los hospitales de la ciudad; no he podido confirmarlo.

Quincy había pasado por el infierno. Algún hacker debe tener su información bloqueada o él hubiera podido desenterrar algo más. Nolan no dijo nada más.

No solo no pudieron identificar a la madre de esos dos niños, pero tampoco encontraron mucho con respecto a Maisie Vanderbilt.

Todavía, esos dos niños llevaban el apellido Vanderbilt, y la única Vanderbilt con él que se había acostado era Willow Vanderbilt.

"Mr Goldmann, usted se parece algo preocupado respecto a la señorita Maisie Vanderbilt." Quincy no puedo más que decir lo que pensaba.

Nola levantó la mirada y lo miró directamente. "¿Te sientes inactivo últimamente?."

Quincy agitó la cabeza con los ojos de cachorro sintiéndose culpable pidiendo misericordia. "N-No, en absoluto. De hecho, realmente estoy muy ocupado, todavía tengo cosas que hacer, con su permiso señor."

No quiere terminar como su hermano, Hans Lawson, que había sido enviado al polo norte a contar estrellas.

Más tarde esa misma noche. En un bar de karaoke... Maisie siguió a Willow a una suite privada. Cuando el Sr. Baldwin vio que Willow había traído una invitada especial, se puso de pie. "Mira quién es está aquí!, finalmente has venido.

"Sr Baldwin, he traído a mi hermana pequeña para discutir lo del contrato. Había mucho tráfico en nuestro camino, espero no haberlo hecho esperar mucho.

Willow tomó la iniciativa y se sentó junto al hombre.

Los ojos del señor Baldwin estaban pegados en el cuerpo de Maisie. Solo habían pasado seis años, pero Maisie Vanderbilt se había vuelto mas hermosa que antes.

¡Esa figura de reloj de arena, esa cara, todo sobre ella era absolutamente perfecto!

El hambre insaciable de devorar a esta sensual diosa comenzó a crecer en él.

Willow no pudo evitar sentirse irritada cuando vio al Sr. Baldwin babeando por Maisie. Sus ojos casi se le salen de la cabeza.

Maisie era, sin duda, un súcubo de hombres.

"Encantado de conocerte, señorita Vanderbilt. Soy Sergio Baldwin. Conozco a tu padre. Creo que nos hemos conocido antes". El Sr. Baldwin extendió la mano para saludarla.

"Oh, encantada de conocerte también". La respuesta de Maisie fue fría pero educada.

Después de que se dieron la mano, Sergio se mostró reacio a dejarla ir.

Maisie se frunció las cejas y sacó su mano de su alcance. Ella caminó hacia un lado y se sentó. "¿Me dijeron que estás interesado en patrocinar Vaenna Jewelry en una plataforma publicitaria?"

Los tres pequeños ángeles guardianesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora