Cap. 6

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Cuando llego a casa, abro la puerta con rapidez. Nada mas entrar oigo como dos personas se levantan y comienzan a caminar hacia mi, por lo que no pierdo el tiempo, subo las escaleras hasta el segundo piso, entro en mi habitación y hecho el pestillo. 

Lo puse una semana después de que llegara James. No me fiaba de el, por lo que no tarde mas de cinco días en conseguir un pestillo y un taladro.

Tiro la mochila, a la vez que llaman a mi puerta.

-Charlotte Van Meyer...-Comienza a amenazar mi madre.

-Carla Fernandez Castro.- Digo yo, burlándome.

-Sal inmediatamente, y quita el pestillo.

-No, gracias.

Mi madre suspira al otro lado de la puerta, y esta vez es James quien dice:

-Charlotte, sal y hablemos del tema.

Había cometido el error de salir la primera vez que nos paso algo así. Abrí y baje al salon. Al principio James hablaba con calma, pero después de que le contradijera dos veces, comenzó a gritar, y al final, me pego una bofetada. 

Yo había querido llamar a la policía, pero mi madre me lo impidió.

No iba a volver a cometer el mismo error.

-Por mi puedes irte a la mierda.- Le respondí, harta ya de tener que aguantarle.

-¡Charlotte!-Grito mi madre.-Como te atreves...

Me puse los auriculares otra vez, y subí la música al tope. Todavía los escuchaba un poco, pero después de cinco minutos, me dejaron en paz.

Sin apagar la música me acerque al armario, y quite la tabla que se movía, donde escondía todo mi dinero. Mi madre nunca le había prestado demasiada atención a mi dinero, y le estaba agradecida. Saque todo lo que tenia, y los conté. En total, tenia 78000 euros que venían de mi salario que había estado ahorrando desde hacia dos años y dos meses. No era suficiente, pero eso no terminaba allí. Dentro de dos días le pagarían el salario de ese mes, por lo que en total tendría 81000. 

Pero faltaba la herencia de mi padre.

Mi padre había muerto hacia un año, pero se había separado de mi madre hacia dos, después de descubrir que le había puesto los cuernos con James. 

Nunca tube un gran lazo con mi padre, ya que trabajaba casi todo el rato y no paraba de viajar, pero su muerte me entristeció de todas maneras. Después, me entere de que me había dejado una herencia, según mi madre, bastante buena.

Nunca le había puesto demasiada atención, ya que todavía era menor, pero ahora me interesaba MUCHO.

Mañana iría al banco después de clase, y preguntaría.

Respire hondo.

Iba a salir de allí.

I just want to be lovedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora