"OMEGA EN CINTA" (PAUSADA)

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ESPECIAL NAMJIN.

Una tierna gatita blanca con toques grises dormitaba plácidamente en aquel sillón color chocolate, sus pequeñas orejitas se movían con suavidad mientras su pecho subía y bajaba lentamente, aquel felino estaba disfrutando de la tranquilidad de su hogar.

Aunque claro eso no duró mucho, ya que el pequeño minino se levantó al detectar el aroma de su dueño, estiró su pequeño cuerpo y en cuanto escucho la cerradura de la casa salto del sofá al suelo para ir a recibir al omega que la cuidaba.

— Hola pequeña Yeon Yi. — Dijo SeokJin viendo como su gatita se restregaba entre sus piernas regalándole pequeño maullidos.

El omega rubio se agachó hasta la altura de su mascota para darle pequeñas caricias detrás de sus tiernas orejitas siendo correspondido con leves ronroneos por parte de esta. Camino hasta la cocina siendo seguido de cerca por la gatita, al entrar dejó sobre la encimera el ramo de gardenias con el que anteriormente había golpeado a cierto alfa de hebras violetas.

Abrió la gaveta debajo del fregadero para sacar un jarrón donde poner las flores, lo lleno de agua y en cuanto se giró se encontró con su gatita jugando con estás.

— Yeon Yi deja ahí —Dejó el jarrón y tomó al minino en brazos para bajarlo—. Sabes que no puedes subirte a la encimera.

Colocó las flores en el agua y lo llevó hasta la sala de estar para depositarlas en la mesita de centro.

Un pequeño maullido hizo girar al omega para ver a su mascota y saber que quería, una pequeña risita emergió desde el interior de su ser al entender las pequeñas miradas del felino.

— Me las regalo Namjoon —Yeon Yi giro a un costado su cabeza confundida—. El alfa del que te hable, ¿recuerdas? —La gatita simplemente maulló como si le respondiera de forma afirmativa.

SeokJin no pudo reprimir una sonrisa mientras veía las flores, estaban un poco maltratadas, pero sabía que eso era gracias a él, cuando el menor se las había entregado el rubio había quedado maravillado con estas, eran hermosas y desprendían un aroma muy agradable, pero todo se fue al carajo cuando este lo cargo en brazo y trato de besarlo. SeokJin siempre había odiado a los alfas que tomaban y besaban a los omegas sin su consentimiento, así que Namjoon no se salvó del enojo del mayor.

A pesar de eso, el omega mayor no podía ignorar por siempre el latir de su corazón al sentir la presencia del peli-violeta cerca o cuando su lobo agitaba la cola y mostraba su panza al detectar su inconfundible aroma a vainilla y café negro, era una combinación algo extraña, pero aun así le encantaba al rubio.

La pequeña gatita observo extrañada a su dueño, no entendía como podían gustarle esas flores maltratadas y feas, los humanos eran extraños, pensó mientras se rascaba la parte trasera de su oreja peluda.

Yeon Yi maulló al sentir su estómago gruñir, restregó su peludo cuerpo contra la pierna del omega para llamar su atención, por suerte lo logro rápido así que se encamino a la cocina girando a ver en ocasiones al humano que le cuidaba, SeokJin siguió a su mascota al entender lo que quería.

» Nuestra pequeña tiene hambre...

Y en efecto, la minina tenía hambre, ya que se había sentado al lado del mueble donde sabía que era guardada su comida, maulló y toco con sus peludas palitas la madera del despensero. El omega rio entre susurros mientras se agachaba y abría el gabinete para sacar la bolsa de alimento, la pequeña gatita empujo su plato para que el rubio le sirviera su comida, pero antes de que el omega sirviera las croquetas, su teléfono celular sonó.