No había muchos estudiantes que pudieran llevar a un adolescente dando patadas y retorciéndose sobre su hombro, mientras corría a toda velocidad. Pero la verdad, Renjun no pesaba mucho más que su equipo de fútbol, por lo que Jaehyun lo manejaba con bastante facilidad.
Tuvo que poner la mano en el culo de Renjun, por supuesto, para estabilizarlo, su palma quemaba con el contacto todo el tiempo. Deseaba que nunca tuviera que soltar el montículo de carne rechoncha que se sacudía y podía sentir la excitación que se encrespaba en su vientre, justo debajo del nudo del terror.
Renjun dejó de luchar a mitad de camino por el pasillo y en su lugar se tornó flácido y comenzó a tamborilear con los dedos contra la espalda baja de Jaehyun. Por último, dijo:
—Jaehyun, en serio, si querías mi atención esto está mal, podrías simplemente habérmelo dicho.
Las cejas de Jaehyun se elevaron con una gran sorpresa.
—¿Cómo supiste que era yo?
—¿Cuántos otros chicos de esta escuela crees que podrían llevarme sobre su hombro en un sprint completo?
Frunció el ceño y no respondió porque no había otros. Sin embargo, desaceleró su trote.
—Además, tienes un culo particularmente memorable y la vista desde aquí es bastante agradable.
Jaehyun gruñó como si la idea de Renjun mirando su culo le molestara, pero en su interior se regocijó.
—¿Me dejas bajar ahora? —Preguntó Renjun con esperanza.
—No. —Gruñó Jaehyun de nuevo, sabiendo que, si Renjun fijaba sus ojos azules de gatito en él, como siempre, Jaehyun sería incapaz de hacer nada más que lo que Renjun quisiera y entonces todo sería en vano.
Estaba decidido a seguir adelante con su plan.
Su agarre se apretó sobre la nalga izquierda de Renjun y Renjun suspiró con resignación, pero no luchó más. Ellos habían hecho su camino hacia abajo en las entrañas de la escuela en este momento. Jaehyun dio vuelta a la derecha hacia la sala de calderas y bloqueó la puerta detrás de él antes de deslizar a Renjun suavemente de su hombro y ponerlo en el suelo. Se sentía increíblemente tonto y torpe ahora con esos amplios ojos azules mirándolo fijamente, pero ahora estaba lejos de poder retroceder y planeaba llevar su plan a cabo completamente.
La voz de Renjun tenía un escalofrío de miedo mientras miraba a su alrededor de la oscura sala de calderas oscura de equipos industriales.
—Bueno, estoy entre un poco de "La Masacre de Texas" y un poco más del "Fantasma de la Opera". ¿Qué vas a hacer conmigo ahora que me has traído a tu guarida subterránea secreta? ¿Vas a vestirme con una túnica blanca y hacerme cantar para ti?
Renjun se veía bastante asustado mirando a Jaehyun con sus cejas unidas en confusión. El chico más grande dijo:
—¿Qué? No.
—Bueno. Porque no puedo cantar. —Dijo Renjun, mientras distraídamente miraba a su alrededor.
Él sí podía cantar. En realidad, Renjun tenía una voz adecuada para cantar, su voz era suave pero sin llegar a ser como la de una chica, y él siempre demostraba que no trataba de serlo. A Jaehyun le gustaba escucharlo en la sala de estudio cuando usaba auriculares y no se daba cuenta que cantaba en alto y lo escuchaban. Jaehyun no lo corrigió, sin embargo.
Cuando lo miró cojear de un pie ofreció su brazo para que Renjun pudiera quitarse el zapato alto restante. Siempre parecía mucho más bajo sin ellos. Su bonita cabeza rubia apenas le llegaba a los hombros de Jaehyun. Se sentía como un cretino con el pequeño chico, mirando fijamente la piel pálida de Renjun, que parecía la única luz en la habitación, por lo que se volvió nervioso buscando el interruptor detrás de ellos.
