Capítulo 2

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Jaehyun es el tipo de gay que hace grafitis en la pared de un edificio abandonado en los peores barrios de la ciudad. La pintura huele a acre y arde en las fosas nasales del artista. La pintura negra chorreaba por el hormigón, deslizándose por donde no debía ir e hizo que la misma palabra pareciera andrajosa, enfadada y cansada.

Renjun es el tipo de gay que garabatearía en un cuaderno; un cuaderno cubierto de colores pasteles y flores brillantes. La palabra garabateada sería en bucle, con una escritura hermosa, hecha a mano con un bolígrafo de rosa pastel en medio de diferentes dibujos y conseguiría que cualquiera que lo observara riera por su total autocomplacencia.

Jaehyun recordó la primera vez que vio a Renjun.

Había sido el último año de secundaria antes de ir a preparatoria. El pequeño chico rubio llevaba una falda de volantes azul cielo y botas de combate negras desgastadas. Tenía el pelo corto, pero el flequillo largo, adornado con broches con la silueta de pájaros azules manteniendo su cara libre de cabello. Los pájaros azules ni siquiera se acercaban al azul profundo de sus ojos. Jaehyun pensó que los felinos ojos de Renjun eran del azul más intenso que él había visto, más azul que cualquier cosa en el mundo, más que el mar y el cielo, o incluso que el oscuro horizonte que se pierde en la distancia. Nunca había sabido cuanto amaba los ojos de alguna persona.

Pensó que Renjun era la cosa más hermosa que había visto en toda su vida. Entonces frunció el ceño. Naturalmente. Pero en vez de tener miedo, Renjun se rio de él y le gastó bromas sobre la forma de su cara. Se le encomendó enseñarle al nuevo chico la escuela, así que boquiabierto por la belleza del nuevo chico, apenas fue capaz de decir una palabra. Jaehyun cubrió su nerviosismo con fanfarronería y gruñó las respuestas a la alegre charla de Renjun.

Llevó los libros del niño para liberarlo del peso, y cuando a Renjun le asignaron un casillero más alto que estaba fuera de su alcance, porque sí, era más bajo y delgado que él, inmediatamente Jaehyun le cambió el suyo. Yeonjun ya era popular, incluso en aquel entonces. Les sonrió, celoso de que en vez de elegirlo a él, eligieran a Jaehyun para mostrarle al hermoso chico el instituto. Se rio y dijo que eligieron a Jaehyun porque conocía mejor la escuela que nadie, porque había estado allí más tiempo. Estaba insinuando el hecho de que Jaehyun llevaba un año de retraso.

Renjun parpadeó cuando Jaehyun se sonrojó por la furiosa humillación.

Mi madre estaba enferma y yo...—Comenzó a explicar y después se detuvo.

Él no le debía a nadie ninguna explicación.

Renjun masticó silenciosamente un trozo de chicle de fresa. Eso olía dulce. Jaehyun se preguntó cómo sería besarlo. Sus finos labios rosados brillaban hipnóticamente con el brillo de labios que se había aplicado antes. Jaehyun apenas podía mantener su mirada en la pared, ya que sus ojos se dirigían al rebelde cabello rubio de Renjun y a su pálida y cremosa piel.

¿Sabías que Isaac Newton y Albert Einstein fueron con retraso en el colegio?Había dicho conversacionalmente, mientras sacaba su chicle entre sus dientes blancos y perfectos.

Ahí no había una pizca de compasión en sus hermosos ojos azules, sólo había curiosidad e interés. Ese fue el momento en que Jaehyun se enamoró de él, porque Renjun no era sólo una cara bonita, también era amable.

Los primeros días los pasaron juntos, ya que Renjun al único que conocía era a Jaehyun, pero poco a poco se fueron distanciando. Esto era el instituto y por tanto, era como una picadora de carne, que tenía su forma de clasificar a las personas según el tipo y las conformaba en grupos más o menos homogéneos. Jaehyun era del tipo que pertenecía al grupo de solitarios, de los que meditaban en algún lugar bajo las gradas y experimentaban con algún cigarrillo. Renjun era del tipo que pertenecía al grupo exclusivo de los que había que adorar, tendría su propio círculo de fieles.

𝓜𝔂 𝓠𝓾𝓮𝓮𝓷   ||ᴊᴀᴇʀᴇɴ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora