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En la ceremonia de graduación de la manada, una visita inesperada y ajetreada los sorprendió, Derek había regresado y traía consigo un enorme ramo de rosas. No se hizo esperar y corrió hacía Stiles.

— Stiles.— llamó hincado frente al mencionado que mantenía su expresión totalmente confundida.— ¿Te casarías conmigo? — soltó con una sonrisa y mostrando los anillos a juego que contenía la pequeña caja carmesí que sostenía.

— No puede ser.— susurró Stiles, provocando una sonrisa más grande en Derek, quién recibió una serie de golpes inexpertos al instante.— ¡No puede ser! ¡no puede estar pasando otra vez!

— ¡Stiles, hermano, tranquilízate! — pidió Scott tomándolo por debajo de los hombros para alejarlo del atónito Hale.

— ¡CORRE SCOTT! ¡El nogitsune volvió! ¡estoy alucinando tan vividamente que no sé qué es verdad! — explicó Stiles entre lloriqueos y golpes al aire.

Poco después y aclarando su fallida relación con Breaden al darse cuenta de sus sentimientos por Stiles, Derek volvió a proponerle matrimonio, el castaño salto, gritó y entre lágrimas dijo que si.

Su ceremonia de bodas fue clandestina debido a las restricciones políticas, pero para ellos y para todos los que estuvieron presentes ya eran una pareja oficial de recién casados. No necesitaban un documento que lo dijera.

— Stiles.— dijo Derek llegando por detrás del castaño que sostenía entre sus manos temblorosas una carta de la cual no alcanzaba a leer el contenido.— ¿Qué sucede? — preguntó con preocupación al olfatear el ambiente de tristeza alrededor de su esposo.

— Me... aceptaron en la academia.— murmuró Stiles cabizbajo, enseguida el lobo lo tomó entre brazos y sentó encima de la mesa tal como un niño pequeño.

— ¿Y eso no es bueno? — cuestionó colándose entre las piernas del menor.

— No... digo sí pero para nosotros no.— respondió Stiles desviando la mirada.— Tendría que irme a Los Ángeles.

— Entonces vamos.— propuso el lobo con una sonrisa.— Vamonos a Los Ángeles.— dictó mientras repartía besos por todo el rostro del humano que lo abrazaba eufórico.

Estrenaron su nueva casa teniendo sexo por primera vez. Los meses se transformaron en un año y con eso llegó su primer aniversario.

— Dios, Derek.— exclamó Stiles viendo sorprendido el restaurante.— No tenías que traerme a un lugar tan... caro.

— ¿No te gusta? — preguntó desanimado Derek.

— Me encanta.— respondió Stiles tomando de la mano a su esposo.— Pero me preocupa la economía.

— No tiene por qué, me ascendieron en el trabajo.— soltó Derek con orgullo, recibiendo los halagos del humano felizmente.

Se sentaron y comieron cómodamente hasta que llegó el momento de dar los regalos. Stiles le entregó a Derek una corbata con un raro diseño junto a un libro que sabía que el azabache quería desde hace tiempo, en cambio Derek le pidió cerrar los ojos y decoro su cuello con un hermoso collar plateado que presumía ser de cenizas de serbal que lo protegería. Una encantadora velada si le preguntas a alguno.

Después de eso, Derek cada vez tenía más trabajo por sus ascensos y Stiles pasaba los días solo como único acompañamiento su tarea. No le importaba. Estaba feliz por el crecimiento que mostraba su esposo. Pero el día de su cumpleaños llegó.

— Oficina del ejecutivo Hale, habla Jennifer, su secretaria, ¿en qué puedo ayudarle? — respondió la voz del otro lado de la línea.

— Soy Stiles.— anunció, enseguida su llamada fue conectada a Derek.

— Hola, cariño, ¿qué sucede? — preguntó el azabache.

— Ammm...pues quería saber si vas a llegar temprano hoy, ya sabes, para salir.— sugirió el castaño.

— Lo siento, Stiles, tengo mucho trabajo, no creo volver hasta en la noche, ya será otro día.— mencionó Derek.

— Pero...tenía que ser este día, ¿se te olvidó que día es hoy? — cuestionó Stiles tratando de no sonar triste.

— Es el día de la bandera, ¿qué hay con eso? — refutó confundido.

— No, no pasa nada, suerte, Derek, no te sobreexijas.— cedió Stiles entre lágrimas y colgó.
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Así dos años se cumplieron entre cumpleaños y fechas importantes de Stiles en el olvido, quién no reclamó ni dijo nada como gesto comprensivo para Derek.

Pronto su aniversario de 4 años se hizo presente, lo pasaron en casa rodeado de pasión y amor. Derek era vicepresidente de la empresa internacional en la que trabajaba y Stiles estaba por empezar sus prácticas para graduarse con honores de la academia del FBI. Tenían mucho que celebrar.

Ahora fue el turno de Stiles de tener el tiempo limitado, pero aún con eso, hacía un espacio para comer y platicar junto a su esposo, ya no tenían sexo ni citas debido a las grandes expectativas que los profesores ponían sobre el chico, lo consideraban un prodigio y por eso le aumentaban la complejidad de sus deberes. Pero aún así a Stiles no le importaba esforzarse de más si podía pasar un par de horas con Derek.

Sin embargo el lobo no pensaba igual que Stiles, se sentía dejado de lado y las peleas aumentaron, Stiles no hacía intento de llevarle la contraria porque Derek tenía la razón, aún así se sentía frustrado por qué él se esforzaba por tener tiempo para pasarlo juntos y eso el lobo no lo veía.

La pelea terminó en una noche candente de sexo donde Derek no permitió que Stiles se fuera durante todo el día, y este no renegó, se dejó hacer creyendo que con eso el lobo se sentiría mejor. Al día siguiente Stiles no regreso hasta en la noche, con reclamos de Derek aturdiendo su cerebro simplemente se dispuso a dormir. Dos semanas se fueron entre intentos de Stiles por pasar tiempo en pareja pese a su apretada agenda y negaciones de Derek con la excusa de que no quería sobras.

Y así una nueva propuesta de trabajo para Stiles llegó, el director de la academia personalmente lo recomendó a representantes de seguridad en Italia, el chico se negó diciendo que tenía alguien por el que quedarse, más sin embargo el director le dijo que al menos asistiera a la reunión que tendrían en el restaurante "Meffirtwelv", donde fue su aniversario con Derek. Debido a la insistencia del director, terminó aceptando.

Llegó a casa buscando explicarle a Derek por si las dudas, pero no encontró rastro de este, resignado a decirle después se alistó junto al collar de cenizas de serbal que el lobo le regalo por su primer aniversario en un intento desesperado por sentir que todo estaba bien.

Lo que no espero fue ver como Derek llegaba al restaurante, se levantó abruptamente sorprendiendo a las personalidades que lo acompañaban, pero en su mente sólo estaba ir a recibir a su esposo. No obstante volvió a la silla sintiendo como su corazón se rompía al ver a la persona que iba junto a su lobo. Breaden.

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