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— Para acá no queda mi casa, Stiles.— mencionó Derek después de unos minutos.

— Lo sé, vamos a hablar.— avisó haciendo palidecer al lobo y el ambiente incómodo se convirtió en uno tenso.— Baja.— dictó saliendo de la camioneta para entrar al complejo de departamentos.

El silencio que hubo durante todo el corrido al 4to piso, y gran parte del pasillo de este, fue sepulcral, lo que en definitiva ponía a Derek demasiado nervioso. Sin una palabra, Stiles abrió su departamento y entró dejando libre el paso a su acompañante.

— Siéntate.— ordenó Stiles al estilo militar.— Iré por algo de tomar.— y con eso se fue a la cocina, volviendo unos desgraciados 10 minutos después que Derek asegura que fue hecho a propósito, ¿la razón?, el chico solo traía dos vasos con agua y hielo.

— Stiles.— llamó el mayor en tono suplicante.

— No, Derek, esta vez hablaré yo.— dijo para tomar asiento frente a su ex esposo.— Me interrumpes y te saco a patadas de mi casa.— advirtió y luego de recibir el asentimiento del lobo, continuó.— Estuve enamorado de ti desde que irrumpiste en mi habitación después de que Scott mintió con que tú eras el asesino que atemorizaba Beacon Hills.— confesó con la mirada perdida en su vaso con agua.— Desde ese momento te he amado, hay algo que nunca le dije a alguien cuando pasó lo del nogitsune, parte de mis alucinaciones eran diferentes escenarios donde terminabas muerto, me atormentaba y recuerdo que el nogitsune me preguntó, "¿Qué se siente ver morir a tu compañero?", se sentía horrible, como si estuvieran jugando al lacross y mi corazón era el campo. Cuando me recupere, fui con Deaton en busca de respuestas a lo que me dijo. Ahí fue cuando descubrí que eras mi alma gemela. Pero después te fuiste con Breaden y eso me devastó, estuve en depresión por dos meses hasta que me obligaron a salir, tuve que ir a rehabilitación por otro mes. Y llegó el día de mi graduación, por eso te golpee cuando me propusiste matrimonio.— relató soltando una pequeña risa al final.

— Luego nos mudamos aquí.— siguió Stiles sin poner ni una sola vez la mirada sobre el lobo.— Me iba bien en la academia, te iba bien en el trabajo, teníamos citas, sexo, tiempo en pareja. Todo iba perfecto. Luego te ascendieron, no me malinterpretes, me dió mucha felicidad, pero fui dejado de lado por completo, olvidaste nuestros aniversarios y también mis cumpleaños. Pero no dije nada, eras feliz, ¿por qué te iba a quitar eso? Y empezaron mis prácticas, hacía trabajos más difíciles con tal de reducir unos cuantos para poder tener tiempo para ti, porque no quería que sintieras lo que yo sentía cuando no regresabas a casa por el trabajo. Y aún con mis esfuerzos, tú te negaste. Entonces el director me ofreció el intercambio, yo le dije que no, que tenía a alguien por quien quedarme.— por fin levantó la vista a Derek, quién lloraba desconsoladamente, pero eso no lo detuvo.— Él insistió en qué al menos fuera a la reunión que tendrían en el Meffirtwelv.— y pudo observar como los ojos de Derek se abrían por la sorpresa.— Traía puesto el collar que me diste en nuestro primer aniversario, era obvio que no me detectarias, cuando te vi entrar me levanté apunto de ir a correr a abrazarte. Después tuve que pedirle disculpas a los representantes porque te vi entrando con Breaden... — se tomó una pausa para regular su respiración ante las lágrimas que estaba dejando escapar mientras mantenía la mirada puesta en aquellos ojos verdes.— me dije muchas veces que no tenía por qué desconfiar de ti, que eras mi esposo y que me amabas, que la dejaste por mi. Pero te vi coqueteando con ella y ella coqueteando contigo, luego se fueron y de nuevo tuve que disculparme para ir tras de ti, pero ya te habías ido. Así que me fui a casa, te espere mientras lloraba, mientras me decía que todo iba a estar bien porque nos amábamos. Que tú me amabas. ¿Y luego qué, recuerdas que pasó, Derek? — preguntó.

— Yo...

— Me lanzaste una taza, me reclamaste por ser inseguro y me culpaste de que me fuiste infiel.— interrumpió Stiles con furia.— Así que me fui, acepté ese intercambio el mismo día que terminamos y me fui a Venecia. Y aunque estaba cumpliendo mis sueños, tuvieron que darme terapia obligatoria, porque no soportaba la idea de haber perdido al amor de mi vida por segunda vez, no soporté no haber sido suficiente para ti pese a que yo me esforzaba como nunca antes, hasta hace apenas unos meses me recupere. Entonces volví para obtener mi título y me tope contigo, estuve por ir a abrazarte pero afortunadamente pude detenerme e ir con mi papá, después regrese a la cafetería y le presente a Theo mientras él me detenía de ir por ti. Y te desmayaste y por alguna razón aquí estamos.

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