Takemichi no conocía lo que era tener amigos ni un hogar, lo que conocía mejor que nada era el arte de huir sin dejar rastro.
La mayor parte de su vida no había permanecido por más de 5 meses en el mismo lugar, había conocido varios países de Europa...
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No había mucho que desempacar.
Colocó sus chándal y sus cuatro camisas de manga larga en el armario. Toda su ropa era negra a excepción los chándal que eran de color verde militar y azul marino.
Miró el armario, para cualquier otra persona podría ser poco pero para él era suficiente, no necesitaba mucha ropa porque tenía que estar lo suficientemente ligero para poder huir.
Cuando terminó de acomodar, se quedó en blanco. No sabía qué hacer.
Sabía que no estaba solo ya que después de llegar escuchó voces en el primer piso así que bajar no era una opción pero luego miró su cama que solo tenía el colchón puesto, si al menos podía darse el lujo de dormir bien, entonces tenía que aprovecharlo.
Tomó parte de su dinero y el resto lo escondió debajo del colchón.
Salió de la casa no sin antes llevarse las llaves y cerrar su habitación, entonces se dirigió al supermercado más cercano que se encontraba a media hora caminando, compró un manta y una almohada, también compró las libretas necesarias que ocuparía para sus clases.
Cuando salió se dirigió al mismo cibercafé de la otra vez y tomó una de las computadoras, solo entró a su correo y mandó la dirección del lugar donde se estaba quedando a su contacto.
La respuesta llegó varios minutos después confirmándole que tendría su identificación falsa en dos días y que se la mandaría a la dirección correspondiente.
Después de eso regresó a la casa.
Entró sin hacer ruido esperando no llamar la atención de quienes estaban dentro pero no sirvió de nada ya que nada más entrar vio a dos personas en el primer piso.
El chico tenía el cabello rubio mientras que la chica tenía el cabello corto color lila claro, la chica lo miró unos segundos estudiándolo antes de devolver su mirada a la televisión.
Por otra parte el rubio se había preparado un sándwich cuando volteó a verlo.
—No luces como Shinichiro te describió— comentó el rubio mordiendo el sándwich— supongo que Shinichiro tiene un don para ver lo que nosotros no.
El rubio parecía más tranquilo y amigable que la chica, ella parecía fría y desinteresada cosa que le agradaba.
—Me llamó Chifuyu— se presentó sonriendo y luego señaló a la chica— ella Senju.
Chufuyu lo miró esperando que dijera su nombre por lo que supuso que Shinichiro no les había dicho.
—Takemichi.
Supuso que la conversación había terminado por lo que subió a su habitación para acomodar sus compras pero se alertó cuando escuchó a alguien acercándose.
—Mi habitación es la del primer piso a la derecha, la de Senju es la segunda habitación a la izquierda— explicó señalando Chifuyu— la habitación a tu lado es la de Emma, la de enfrente es de Draken y la de su lado la de Mikey, la habitación a lado mía es de Baji y la otra de Mitsuya.