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Se bajó de la motocicleta una vez llegaron a su destino después de 20 minutos y pudo sentir la bilis subiendo por su garganta

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Se bajó de la motocicleta una vez llegaron a su destino después de 20 minutos y pudo sentir la bilis subiendo por su garganta. No sabía si quería vomitar por lo rápido que Mikey conducía o por el hecho que tuvo que abrazarse a Mikey para no caerse.

—Que aburrido— bufó el rubio bajando de su motocicleta.

Draken y Baji se acercaron a ellos, habían llegado antes que ellos.

—Parece haber más gente hoy— dijo Draken caminando hacia la entrada del club.

Cuando Takemichi se recuperó se dio cuenta que estaban fuera de un club nocturno, las letras azúl neón brillaban alrededor de V2TOKYO, probablemente era el nombre del club.

Era muy famoso ya que había fila para entrar pero los tres chicos se dirigieron directamente hacia el guardia que sonrió al reconocerlos.

—Ya extrañaba sus rostros— saludó el hombre abriendoles el paso.

Takemichi los siguió muy de cercas para no perderse cuando entraron.

La música sonaba fuertemente sobre sus oídos, el interior era oscuro iluminado por luces neones que danzaban por todo el lugar, en la pista de baile había una gran cantidad de personas pero a pesar de eso, las mesas también parecían llenas.

Siguió a los chicos hasta que llegaron a la barra y esperaron hasta que un barman terminó de hacerle la bebida a unos hombres, sonrió cuando vio a esas tres caras conocidas.

—Me preguntaba cuándo volverían— gritó el chico por sobre la música— ¿Qué quieren tomar hoy?

—Lo de siempre— respondió Baji antes de girar a ver al pelinegro.

—Agua.

—Muy aburrido— volvió a bufar Mikey.

El barman asintió y se dispuso a preparar sus bebidas.

—Iré a buscar una mesa— dijo Draken antes de alejarse de ahí, Baji lo siguió por detrás, dejando a Mikey y a Takemichi esperando por las bebidas.

Takemichi se sentía inquieto, miraba hacia todos lados en busca de vías de escape cercanas y en busca de algún rostro conocido que significara peligro, estar en un lugar con mucha gente donde fácilmente podría ser reconocido no era algo que Takemichi le agradara demasiado.

—Me estás poniendo nerviso— comentó Mikey ante la actitud inquieta del pelinegro.

—Yo no pedí venir— respondió a la defensiva volviendo su atención al rubio.

Mikey rodó los ojos sin responder, no quería molestarse en discutir cosas sin sentido.

Después de cinco minutos el barman le tendió tres bebidas coloridas, una botella de agua y un vaso vacío, Mikey las tomó se alejó de la barra.

Probablemente siempre ocupaban el mismo lugar ya que Mikey se dirigió directamente a algún lugar del establecimiento como si conociera cada parte de este a pesar de que apenas estaba iluminado.

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