La vida de ___ Matsuda estaba está llena de decepciones, aburrimiento y muchos tropiezos pero la vida le mostrará que cuando las cosas buenas tienen que pasar, simplemente pasan...
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Los personajes de esta historia no me pertenecen (a excepción...
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Narra ___
Luego de nuestra "pequeña charla" decidimos volver a dónde se encontraba la multitud de personas tomándonos por sorpresa un grupo de tres pequeños que se acercaban a toda velocidad a Shinichiro.
Los tres a la vez se sujetaban fuerte de el y no paraban de hablar preguntándole dónde estaba.
- Okey niños uno a la vez, saben que no les entiendo si me hablan todos al mismo tiempo.
Un albino de ojos violetas habló primero - Nosotros estábamos buscándote, tardabas mucho hermano.
Rápido respondieron los dos rubios - ¡Si! Queremos ir por un helado hermano.
- Bueno iremos por el helado pero primero ¿Dónde está el abuelo? Saben perfectamente que no deben alejarse cuando ustedes dos - dijo apuntando a los varones - son muy buenos para causar problemas -
- ¡¿Qué hay de Emma?! - dijo el rubio mientras el albino asentía.
- Mi pequeña Emma siempre se sabe comportar, no como ustedes dos. Hasta parece que ella es la mayor entre ustedes tres.
- Si claro, Izana y yo siempre somos los malos. Bueno para que sepas que el abuelo se quedó hablando con un viejo amigo, el nos mandó a buscarte. Y bien ¿Quién es ella? - Dijo apuntando a mi.
Shinichiro tomo un respiro y me acercó a él.
- Ella es ___, es una de las artistas de la exposición.
- Es un placer conocerlos, Shinichiro me ha hablado mucho de ustedes.
Los tres niños parecían impresionados.
- Oh tu y Shinichiro son... - habló el albino.
- No me la creo - El rubio arremetió.
- Tu eres la chica de la que está enamorado mi hermano, mucho gusto yo soy Emma y esos dos bobos son mis hermanos Izana y Manjiro.
- Ustedes son amigos o no amigos - interrumpió Manjiro poniendo nervioso a su hermano.
- B-Bueno se puede decir que Shinichiro y yo ahora somos pareja - Sonreí tomando su mano.
- Que bien se siente cuando lo dices así. Cómo dijo ella, ahora somos novios.
Los tres pequeños se veían cómplices entre ellos para después comenzar a celebrar y brincar de alegría.
- Por favor cuida mucho de nuestro hermano - dijeron al mismo tiempo haciendo una reverencia.
- Se los prometo, jamás podría hacerle daño a Shinichiro.
Seguimos hablando y ellos con mucha curiosidad preguntaban ¿Por qué me había interesado Shinichiro? O me decían lo bonitas que les parecieron mis pinturas. Poco después llegó su abuelo.
