La vida de ___ Matsuda estaba está llena de decepciones, aburrimiento y muchos tropiezos pero la vida le mostrará que cuando las cosas buenas tienen que pasar, simplemente pasan...
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Los personajes de esta historia no me pertenecen (a excepción...
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Narra ___
Salí temprano de la escuela así que pensé en pasar a saludar a Shinichiro, después de nuestra primera cita nos vimos varias veces así que se podría decir que nos conocemos un poco más.
Nos conocimos en invierno y ahora estamos por empezar el verano. Si que avanzan rápido los meses.
Antes de llegar a su tienda pasé por algo de comida para los dos y al estar ahí lo encontré sentado frente al mostrador mientras veía su celular, levantó rápido la vista cuando escuchó la campana de la puerta sonar.
- ___ ¿Qué hacés aquí?, ¿No deberías estar en la escuela?
- Salí temprano y me preguntaba si querías comer algo, traje comida.
- Muchas gracias ___, no debiste molestarte.
Caminó a dónde estaba y me ayudó con las bolsas.
- No fue una molestia, yo encantada. En fin ¿Cómo estuvo tu día? Parece estar muy tranquilo por aquí.
- En realidad si, la carga de trabajo suele estar en las mañanas pero por las tardes es un poco más calmado. ¿Tu qué tal?
Acercó otra silla al mostrador para mí, yo sacaba cada cosa de sus empaques.
- Mucho quehacer, terminé de pintar algunos cuadros y aún me falta uno más. Honestamente me quedé sin ideas.
- Debe ser un bloqueo creativo, estoy seguro de que saldrás de el.
- Eso espero, necesito hacer una pintura sobre un lienzo enorme. Debe reflejar algún momento especial o algo que amamos pero ahora me quedé sin ideas.
- Tal vez solo necesitas despejar tu mente, ¿Qué te parece si vamos a andar en moto después de comer? Un buen paseó siempre me sirve para aclarar mis ideas y es muy relajante, puede que a ti también te sea de ayuda.
Comíamos tranquilos y la conversación seguía, nuestros almuerzos juntos cada vez eran más frecuentes. Siempre nos vemos en una cafetería cercana a mi universidad pero hoy fue decisión mía hacerlo aquí, quería que fuera una sorpresa por qué no teníamos planeado vernos estos días.
- Tienes razón y me encanta la idea, tal vez también podría aprender a manejar.
- Eso sería estupendo, prometo darte unas excelentes clases de conducción. Soy un gran maestro, yo mismo le enseñé a mis hermanos.
Antes de irnos limpiamos todo y cerró su tienda para después salir por la parte de atrás con su moto, más tarde pasaríamos a recoger mis cosas.
Subí detrás de él y me sujeté a su cintura, ir así con el me gusta mucho. Arrancó y de nuevo tenía esa increíble sensación de tranquilidad. El cielo se pintaba de colores anaranjados y amarillentos, comenzaba el atardecer y la vista que ofrecía era sumamente hermosa.
