Hace 10 años, niños de entre seis y nueve años empezaron a desarrollar habilidades, poderes, pero muchos de ellos murieron por no poder controlar bien sus habilidades haciendo que esos poderes acabaran con sus vidas. La gente empezó a llamar a estos...
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Después de unos días los chicos nuevos se empezaban a acostumbrar a la vida en la academia, Axel era el único que se juntaba con Emily, a los demás no nos daba muy buena espina que digamos, no acabábamos de entender que tipo de trato hizo con el Señor Denson.
-¿Grace estás preparada para el entrenamiento? -Escuché decir a mi hermana.
-Mientras no me vuelvas a poner a combatir contra Parker otra vez, estoy lista para todo.
-Tranquila hermanita hoy toca hacer pruebas de resistencia, practicar la puntería y precisión con vuestros dones y capacidades.
-Menos mal, ya me empezaba a cansar de acabar en empate en los combates con Parker.
-Pero has mejorado bastante, ya controlas los torbellinos que creas y te dan menos mareos cuando utilizas tu poder.
-Eso es gracias al Doctor Wayne y la Doctora Brown, me dieron unas pastillas para prevenirlos. -Brooklyn levantó una ceja, sabía perfectamente lo que significaba.
-Y también porque tengo a la mejor entrenadora.
Vimos a Selena correr hacia nosotras.
-¿Selena qué pasa, va todo bien?
- Eh, sí es solo que la Doctora Brown me ha dicho que te buscase, que vayas a la clínica.
- Vale, gracias Selena.
Me fui medio corriendo a la consulta, no tenía muy claro para qué me tenía que ir a verla.
–Grace, por fin llegas, mira quería darte estas pastillas, según mis experimentos te podrían quitar definitivamente los mareos. Hay un 87% de que funcione.
–¿Y las otras que me estoy tomando?
– Esas son de prueba, realmente no te hacen tanto efecto como deberían.
– Pero ya no tengo tantos mareos como antes.
–Si hiciesen el efecto que tienen que hacer ya no tendrías ningún mareo, pero los sigues teniendo, lo que significa que no funcionan como deberían.
–Entonces, ¿me estás diciendo que con las nuevas pastillas dentro de unos meses podría dejar de tener mareos para siempre?
–Esa es mi sospecha, ahora vete o perderás el entrenamiento de hoy.
Salí de la enfermería y fui corriendo a la sala de entrenamientos, no estaba tan lejos pero no quería faltar a la sesión de hoy. Y de repente me choque con algo, mejor dicho, con alguien.
–¿Vince? ¿Qué haces aquí?
No obtuve ninguna respuesta, Vince se esfumó como la niebla y ya no estaba. Era como si hubiese visto un fantasma.
Llegué a la sala de entrenamiento con una cara un poco asustada por lo que creía que había sido una alucinación.
