Habían ya pasado semanas desde que Shuichi no sabía nada de Kokichi. Realmente, nadie sabía nada, tampoco es que les importara lo que le pasara.
Kokichi por su parte jamás pensó que moriría de esta forma, jamás pensó que moriría tan temprano, sólo con 17 años...
No pedía tanto, sólo quería morir de forma no tan dolorosa, sabía que le quedaban pocos días de vida, pero no podía soportarlo más.
Se le ocurrió una idea, una que sabía que terminaría más rápido con su miseria.De todos modos, ¿Qué tenía que perder?
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Shuichi no había conseguido sacarse al pelimorado de la cabeza, era como una maldición y eso le enfadaba.
Salía en sus sueños, en dulces y bonitos sueños. Lo odiaba.
Estaba en su cabeza, todo el día. Lo odiaba.
Se colaban en su mente escenarios de cómo podría él y sus amigos vivir todos en paz, ser felices junto con Kokichi. Lo odiaba.No quería saber de él, puede que la última vez que le vio fue un poco.. duro con él. Pero se lo merecía, mentirosos como él no se merecían a amigos como Shuichi.
"Solo vete de mi cabeza Kokichi... No te quiero ver más..."
¿Qué era lo que sentía? ¿Por qué se encogía su corazón siempre que pensaba en él, en su risa, en sus expresiones cuando le dijo aquellas palabras...?
"Estás solo Kokichi, siempre lo estarás"
No podía vivir con el peso de haberle dicho eso, kokichi fue su gran amigo desde la infancia... Entonces por qué, ¿Por qué merezco esta maldición?
"Tendré la oportunidad de verle una vez más, sólo necesito controlarme, no tratarle mal, hablar las cosas y me alejaré de él para siempre, nuestros caminos están mejor separados..."
Efectivamente, tenían la oportunidad de verse una vez más. Una última vez. Kokichi había citado a Shuichi bajo el árbol de cerezos, por mucho que le costara. Ya que iba a morir, prefería ser sincero por una vez. Por última vez.
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Shuichi estuvo esperando debajo de ese árbol, kokichi estaba llegando tarde. Eso le trajo recuerdos a Shuichi, cuando de pequeños se veían, el más bajo siempre llegaba tarde a todos sitios... Sonrió levemente.
A la lejanía, pudo ver cómo el pequeño pelimorado se acercaba al árbol poco a poco, cabizbajo. Parecía como si le costara caminar.
Cuando por fin llegó a su punto de encuentro, ambos estaban uno frente al otro. Kokichi no levantó la mirada del suelo, mientras que Shuichi se repetía una y otra vez las palabras que tenía que decir para no sonar brusco con él.
En esos pocos segundos de silencio, el más alto estuvo observando a Kokichi aunque éste no le devolviera la mirada. Estaba más delgado que de costumbre, parecía más débil y pálido. Su cabello estaba desordenado, parecía menos cuidado.
No entendía qué estaba pasando, pero tenía que terminar con esto.-¿Querías hablar conmigo?
Shuichi no quería sonar demasiado cortante, pero no pudo evitar usar un tono algo seco.
-Uhh... Quería serte sincero, aunque sea una vez...
El más bajo sonaba nervioso, estaba jugando con sus dedos, su voz parecía algo quebrada y ronca.
-¿Sincero? ¿Sobre qué?
-...
Al más pequeño se le quedó la mente en blanco, dejó de pensar. Su corazón se aceleraba, sentía su garganta arder con cada palabra.
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Hanahaki - Saioma
عاطفية"Estás solo kokichi, y siempre lo estarás" ¿Acaso eso no fue suficiente? ¿No fue suficiente ese dolor? Qué hice para merecer esto.. Kokichi Oma siempre fue tachado de mentiroso, por lo que, cuando fue diagnosticado con la enfermedad de hanahaki, no...