Pensamientos en un papel.

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Todos dicen que mal se pasa después de una ruptura. Después de que la persona que más amas se despida de ti para siempre. Después de que te rompan el corazón y te hagan mil pedazos el alma.

Tengo una pregunta : ¿Acaso se habla de lo difícil que es dejar a la persona que ha completado tu vida y la ha hecho ser, aunque fuese por un instante lo mejor que te haya pasado? Acabar algo que seguramente te haya hecho la persona más feliz y luego, de repente darse cuenta de que ya no. De que te han usado, de que has estado ahí para completar su estantería de trofeos. Para ser una pieza más de las que le faltaban. Pones su felicidad por encima a la tuya. Le subes a un pedestal de diamante inconscientemente... Pero no olvidemos que ni el diamante es indestructible.

 ¿Todo eso ha sido real? Las risas, los abrazos, los besos, el deseo de ser un mismo ser... los planes de futuro... los nombres de hijos que se suponía que teniaís que tener juntos... Acaso, ¿se habla de lo jodidamente difícil que es renunciar al amor de tu vida? Te destroza por dentro como un veneno, lenta y dolorosamente y ni te das cuenta de que te estas muriendo poco a poco... De que todo se esta acabando, de que ya nunca volvera a ser como antes.

Este veneno empieza por matarte la confianza, ataca la credibilidad en la otra persona, sigue incrementando con la soledad y el alejamiento y al final masacra tu sonrisa. Lo increíble de todo es que nunca se dan cuentas de que han metido ese veneno en tu cuerpo ellos mismo. 

Hasta que es demasiado tarde. Hasta que te has alejado los diez pasos que hacen tus pies hacia el revólver y has apretado el gatillo. Y ahí, con la bala rasgando el aíre, es cuando los demás despiertan. Tú eres la mala de la historia y no te quedan fuerzas para explicar más.

Se dan cuenta, o al menos ahora es cuando quieren darse cuenta de todo el mal que han podido hacer durante meses, o incluso años y tu has pasado todo ese tiempo pidiendo de rodillas a grito y llanto de que no te envenen.

Una vez marchitada la rosa, no vuelve a florecer... sino que simplemente la puedes guardar entre las paginas de tu libro favorito para que se seque... como un bonito recuerdo que nunca querras destruir.