Anabel

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Podría ver cada mañana,

Después de mi reflejo, en la ventana,

Como la nieve densa oculta tus pasos en ella.

Podría ver en mi mirada,

Una lagrima jurar un sentimiento,

Recuerdos que rompen mi alma.

Podría ver en mis manos,

Tus marcas de caminata, de noches oscuras,

Corrompiendo mi inocencia ante tu juego.

Podría seguir viendo,

Aun sin tener luz en mis ojos,

Porque para ver, solo necesito un alma,

Veo sin abrir los ojos, eres el viento en mi cara,

Eres mi sol en las mañanas, eres el todo y el nada,

De mi alma perturbada.

Chicas suicidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora