El so ya naciente, con su nuevo resplandor.
Esperaba muy paciente, que ella despertara.
Él sabía que ella no lo amaba.
Ella siempre lo odiaba.
Odiaba tener que vivir otro día.
Esperaba con paciencia, con amor acumulado.
Miraba desde lo alto, su suave respirar.
Ella iba despertando, observando el nuevo día.
Suspirando con tristeza, al cielo susurro.
Buenos días mundo cruel, y él le sonrió.
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Chicas suicidas
PoésieEl frió del invierno acompaña mi alma destrozada aquí postrada a tus pies nada me sostiene, nada me impulsa, sola, aquí mirando mis manos ensangrentadas, pensando en como morir, no me ayudas, me destrozas, déjame, esto es algo entre la muerte y yo. ...