Un brillo intenso inundó levemente una pequeña habitación que era bastante confortable a ojos de quienes lo ocupaban.
Goku sintió entonces como las manos de la Diosa se apartaban por fin de su espalda desnuda.
-¿Ya está? -preguntó ansioso por marcharse el saiyan.
-Al parecer Goku-san ya se quiere ir -habló con nervios el albino de ojos ojos mientras se rascaba la mejilla.
Hestia no dijo nada, seguía mirando con asombro el falna del pequeño.
-"Esto ya es.... demasiado" -pensó seria mientras posaba una hoja de papel en la espalda del chico y una vez transfirió todos los datos la apartó una vez más- Ya está Goku-kun -ella mencionó suspirando.
Goku no le prestó tanta atención a sus datos, en vez de eso comenzó a ponerse su dogi, contrario a Bell quien sí estaba sumamente interesado.
-¿Puedo ver, Diosa? -preguntó tímidamente el aventurero a lo que la loli lo miró con una pequeña sonrisa y le extendió el pedido.
Los ojos del chico mostraron confusión, no entendía muy bien el significado de lo que tenía impreso esas hojas, era muy distinto a los que solía ver de él mismo.
-No entiendo -habló nervioso el albino riendo.-Está bien Bell, se podría decir que Goku-kun es un caso muy... extraño -intentó explicar, pero ni ella misma sabía las razones de porqué solo una de las estadísticas de su hijo sera visible- "Debo hablar con Kami de este asunto" -pensó recordando a su amigo verdoso de tantos años.
Son Goku.
Aventurero de nivel 1.
Ki: S260 -->S280.
Si ella era honesta, jamás había oído o visto algo como esto, normalmente una falna mostraba muchas más de las estadísticas del aventurero por la misma bendición que otorgaban, pero para el pequeño guerrero no parecía ser el caso.
Pensó incluso que debía ser por su procedencia de otro mundo y aunque no era del modo que ella pensaba, no estaba tan errada en realidad.
Aunque era innegable que Goku se estaba volviendo fuerte, incluso cuando sus entrenamientos no eran ni en bromas los mismos que en el templo de Kami.
Básicamente se estaba haciendo fuerte con el simple hecho de pelear y nada más, y eso era lo que el Dios de la tierra buscaba en realidad.
Su progreso se podría decir que era la de un genio, pero estaría bien si él simplemente fuera un novato, cosa que no era.
Goku era un guerrero experimentado, habil, estrictamente entrenado en varios campos de las artes marciales.
El nameku le contó muchas de las aventuras del chico y el hecho de que Goku podía derrotar a personas que son capaces de destruir países o fuerzas armadas completas la dejó incrédula y hasta cierto punto temerosa de lo que podría ser el saiyan a futuro.
Goku notó la mirada de la loli por lo cual se confundió.
-¿Qué pasa Hestia? ¿tienes hambre? -sin dudarlo preguntó esbozando una de sus grandes sonrisas cosa que asombró nuevamente a la Diosa.
-"No, Goku no podría ser un peligro" -se dijo segura de sus palabras mientras se acercaba al pequeño y posaba su mano sobre la alborotada cabellera del Son quien sonrió más por las caricias- No pasa nada, es que estoy muy orgullosa de mis dos hijos -ella afirmó mientras extendía su mano para tomar de la muñeca a Bell y posteriormente abrazarlos a ambos con fuerza.
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Danmachi Z
FanfictionEl pequeño Goku luego de su batalla contra el demonio Piccolo Daimaku fue enviado por Kami-Sama a un mundo vecino al suyo para poder entrenar. Allí tendra varias aventura bajo la supervisión de una Diosa con un poco de mala suerte. [Historia crossov...