La princesa paseaba con su esposo por la costa, quien sostenía su mano. Llevaban días muy felices, sin tener que salir corriendo a sus cuartos cada vez que amanecía ya que ahora su cuarto era compartido. Tal como Daemon se lo había prometido, desayunaban juntos todos los días y era cuestión de tiempo que los acompañara un bebé.
—Lamento que tuvieras que ver esas cicatrices y esas quemaduras horribles. Espero que el maestre pueda hacerlas menos notorias. —Daemon y su esposa habían salido a dar su paseo matutino por la playa.
—No es un gran problema, cielo. —Respondió ella viéndolo con una sonrisa— Son las marcas de todo guerrero. Y no son horribles, solo son marcas. —Rhaenyra se encogió de hombros —Tal vez yo también tendré marcas luego de tener a nuestros bebés.
—Vas a tener varios yo creo, cielo. Hemos cogido muchísimo estos días. —Daemon miró la costa y la abrazo por detrás mientras veían el mar. —Cuando estuve lejos, pasé días enteros entre el fuego y el humo. A veces levantaba la mirada y muchísimas veces confundí a Bruma con Syrax. Creo que deseaba verte tanto que confundía un dragón de escamas grises azuladas con uno de escamas amarillas.
Rhaenyra se rió con lo último acomodándose en los brazos del hombre.
—Muchas veces pensé en llegar en Syrax allí. Pero pensaba en que mi papá no me lo permitiría y que seguramente tu te enojarías si yo llegaba allá.
—Y me habría enojado mucho. Que bueno que eres inteligente y no fuiste, era un lugar muy peligroso, muchas veces las lanzas estuvieron a nada de derribar a Caraxes, solo un jinete muy experimentado podía esquivar todo lo que lanzaban al aire.
—Syrax es buena esquivando cosas.
—Syrax ni siquiera caza su propia comida y no vuela en días lluviosos, que dices amor. —respondió Daemon haciendo reír a su esposa.
Siguieron caminando hasta que llegaron al lugar al que siempre iban en sus paseos. Rhaenyra se sentó en la arena de la entrada de la cueva, quedaba frente a la playa y podían ver el mar desde allí. Aun así, era un lugar más privado y alejado.
—¿Recuerdas qué pasó aquí? —preguntó Rhaenyra acariciando el cabello de su esposo.
—Claro que lo recuerdo. Era la tercera vez que nos acostamos juntos, viniste en Syrax porque Alicent no dejaba de preguntar porque seguias montando en dragón conmigo y diciendo que se veía mal para una señorita. Llegamos acá, te hice el amor varias veces y nos dormimos en la cueva. No volvimos a Kings Landing hasta el otro día y pasamos la noche ocultos aquí.
—Si, es verdad. Pero mentí, esa vez si desperté cuando aún alcanzabamos a volar pero no quise despertarte. Te veías muy tranquilo.
Damon se rió dejando que Rhaenyra pasara sus manos por su cabello y le hiciera su media coleta.
—Yo también me desperté. No quería que nos fuéramos, así que me giré y seguí durmiendo.
La princesa lo quedó mirando y solo se rieron al unísono. Daemon la tomó y la sentó sobre él.
—Qué te parece si nos quitamos la ropa y nos vamos a meter al mar —sugirió ella. Su esposo le comenzó a desabrochar el vestido y se desnudaron rápidamente.
Daemon la tomó en sus brazos y comenzó a correr al agua ignorando los gritos que hacía Rhaenyra. Una vez allí, el hombre la seguía sosteniendo en sus brazos aunque la marea allí era muy suave y no pasaría nada si la soltaba. Rhaenyra rodeo el cuello del hombre con sus brazos y él la sostenía de los muslos.
—No ha venido nadie de Kings Landing. ¿no te preocupa? —preguntó ella.
—No, si Viserys hubiese querido hacer algo habría tenido un ejército en la costa el mismo día que nos casamos y 3 dragones de los Velaryon sobrevolando Dragonstone.
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Shameless | Rhaenyra x Daemon
FanfictionRhaenyra y Daemon sostienen una relación desde que ella tiene 15. Prohibido, oculto, es un secreto que solo mantienen entre ambos. Hasta que las circunstancias no permiten que siga siendo así y deben tomar decisiones al respecto. ♡Dirty talk ♡One...