Elisabeth.
—¡Elisabeth!— llama mamá desde el piso de abajo— ¡Tus cookies están listos!
—¡Ok mamá, ya voy!— grito mientras me coloco mi camiseta de flores favorita.
Estoy terminando de vestirme porque acabo de tomar una larga ducha mientras esperaba que mis cookies estuvieran listos. Termino de colocarme un shorts de blue jeans y bajo a la cocina para ver los cookies.
—¿Puedo comer uno?— pregunta mamá al verme llegar a la cocina.
—No mamá, estos son para alguien— digo buscando la manga con crema pastelera en el refrigerador— acá en el refrigerador hay de los que hice ayer— señalo— come de esos— digo sacando la manga de crema.
—No. Yo quiero de esos—señala los que están en la mesa —se ven más deliciosos— dice saboreandose los cookies.
—Si, pero ya te dije que son para una persona en específico.
—¿Todos?— pregunta con un puchero.
—Todos— digo haciendo énfasis en la palabra.
—¿Puedo saber para quienes son?— pregunta mamá.
—Tú si que haces preguntas— sonrío.
—¿No puedo saber?— indaga.
—No— contesto señalándole con la manga de crema pastelera.
—Esta bien, no me digas— dice levantando las manos en señal de rendición— No me digas ahora, pero ya luego me dirás — me señala mientras camina hacia atrás y sale de la cocina.
«Metiche» susurro para mi y sonrió mientras sigo adornando los cookies, poniéndole corazones y el nombre del chico que me gusta en algunos.
«Justin Ross»
El nombre de mi vecino del frente, el chico que me gusta desde que tenía diez año, el chico con el que quiero estar siempre.
Termino de decorar los cookies y los coloco en una bandeja que tiene mamá en los gabinetes.
Los dejo en la cocina tapado y me voy a mi cuarto a colocarme algo de maquillaje.
Y asi también busco lo que le dará el toque de especial a la bebida de Justin.
Me siento en la peinadora y comienzo a aplicarme un poco de base en el rostro y corrector en las ojeras. Sigo con un poco de polvo y rubor en las mejillas, coloco un poco de sombra naranja y la termino sellando con una sombra marrón y por último añado un delineado de gato que queda perfecto, me aplico rímel y brillo labial de larga duración sabor a «Fresa»
Aprovecho que mi cabello ya está seco y trenzo dos moños, los coloco como una corona y le pongo una cola bien apretada, me coloco unas botas y me echo un último vistazo antes de salir.
Ya lista voy a buscar lo que le dará el efecto especial a la bebida. Abro el armario y busco en el rinconcito la caja dorada que contiene mis cosas, la abro y ahí está «Temezepam» El temezepam es esta pastilla que hace que quien la toma se duerma de siete a dieciséis minutos más rápido que con un placebo (pastilla sin efecto alguno) y aumenta el tiempo total de sueño de once a diecinueve minutos, según un estudio realizado el año pasado.
Conseguí las pastillas en una clínica con la ayuda de un historial médico falso.
Bajo a la cocina a triturar la pastilla, hago el jugo de naranja y le invierto la pastilla desmoronada al vaso, lo revuelvo y lo pongo en un filtro listo para dárselo a Justin «Mi vecino» acomodo los cookies bien derechos en la taza y salgo de la casa en dirección a la casa de Justin.
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Mi pequeña obsesión por ti [En Proceso]
AléatoireElisabeth Coleman. Una chica de 19 años que que huye de su pueblo natal al cometer un grave error. Al llegar a un nuevo pueblo llamado «Dringor» las verdades comienzan a salir a la luz y eso hará que Elisabeth se desespere y terminé apoyándose en l...