Vitral

101 8 2
                                    

La luz entraba por la ventana, haciendo rayos de luz de colores. La enorme ventana con una figura que parecía ser un jardín o algo así, todo viéndose entre cuadrado y no, lleno de colores y formas que podía nombrar pero que parecían desconocidas de todas maneras. El vidrio transparente se veía tapado por colores y formas. Parpadeó, bajando la mirada y viendo el suelo lleno de colores.

Levantó la mirada de nuevo y se acercó, con plumones de agua en la mano llegó hasta el alféizar de la ventana y pararse en la punta de los pies, con los dientes destapó uno de los plumones y extendió el brazo, haciendo rayones en una parte limpia, ¿blanca?, del cristal. Hizo líneas como alcanzó y al finalizar, pasó los dedos por los rayones y la pintura se pegó a sus dedos, y se limpió del cristal.

Tarareó para sí y miró los brillantes colores del cristal. Extendió la mano y pasó los dedos por el color verde del enorme dibujo, pero no sintió nada pegarse a sus dedos y tampoco se despintó. Plantó las manos con fuerza en el alféizar, sosteniéndose con fuerza y tratando de subir, quejándose al no lograrlo y sus uñas arañando el alféizar de piedra liza.

Lo intentó una segunda vez, soltando los plumones en su mano izquierda y dejándolos rodar al suelo. Lo intentó de nuevo, saltando y tratando de sostenerse de algo para subir. Cada golpe con la orilla de la ventana sacándole el aire y frustrándolo más y más. Sus quejidos fueron callados cuando lo tomaron y levantaron del suelo.

No se giró a ver, no cuando por el reflejo del cristal vio a Yuu. En su lugar se acomodó de rodillas frente al cristal y volvió a hacer rayones con el plumón azul. Rayas pintando la superficie transparente; haciendo círculos, cuadrados, triángulos. Entonces pasó las dos manos, sus palmas pintándose de azul y el vidrio quedando limpio una vez más.

Pasó las manos entonces por el tronco del árbol que estaba pintado ahí y no pasó nada. No se despintó, no se rayó, no nada. Suspiró, dejando el plumón caer al final y cruzar los brazos, sentía las manos de Yuu en su espalda, sosteniéndole para que no cayera. Se giró, mirando al serafín.

—¿Cómo pintaron el cristal? —. Preguntó, causando que el ángel lo mirara y después viera la ventana. Viktor lo imitó, extendió las manos y las dejó en el vidrio de nuevo. —¿Por qué no se borra? —.

—No sé—. Murmuró el ángel. —Con pintura especial, supongo... ¿por qué quieres borrarlo? —.

—Quiero dibujar algo—.

—¿En la ventana? —. Viktor asintió, Yuu dio una sonrisa aprensiva. —No creo que le guste al señor Fumus—.

Cierto, su padre. Seguro se enojaría si Viktor borraba algo que él hizo para hacer algo él. No quería hacerlo enojar, levantó la mirada, viendo que enorme se veía el árbol de cerca, ¿estaba ese árbol en el cielo? ¿Lo podía encontrar? Abrió la boca, pero nada salió. Quería dibujar, pero quería encontrar ese árbol. Se movió, Yuu entendiendo la indirecta y lo bajó del alféizar.

—Vamos a buscar ese árbol—. Dijo, señalando la ventana.

—¿No querías dibujar? —.

—Quiero dibujar el árbol—.

—¿Y cómo lo harás en cristal? —.

Se quedó inmóvil. Quería dibujar en cristal, y quería dibujar el árbol en el cristal, pero ¿cómo iba a dibujar el árbol en cristal si no sabía donde estaba el árbol ni sabía como pintar en cristal? Abrió la boca para sacar un suspiro mal actuado y escuchó la risa de Yuu. Viktor se giró y tomó al mayor de la mano, pintando sus dedos de azul y lo jaló con tanta fuerza como podía.

—Yo buscaré como pintar en cristal y tú buscaras el árbol—. Indicó, mirando sobre su hombro y Yuu calmando su risa para asentir. —Después buscaré un cristal y pintaré el árbol ahí—.

—Suena como un buen plan—.

Claro que sonaba como un buen plan, era fácil y rápido. Sosteniendo a Yuu de la mano, Viktor tomó rumbo a la biblioteca, donde podría preguntar como se pintaba el cristal y Yuu podría ir a buscar ese árbol. Entonces, lo pintaría y se lo enseñaría a su papá cuando pudiera regresar a Ne no Kuni. 

Sangre de familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora