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El taxista escuchó los múltiples gritos y observó aturdido a los lados para descifrar qué es lo que sucedía. La luz había cambiado a verde y el auto de atrás los chocó, los otros vehículos los rebasaron por un costado para poder huir.

Todo pasó muy rápido, YoonGi apenas reaccionó abriendo la puerta y salió cojeando. Escuchó al viejo gritarle que debía pagarle, pero no se giró para responderle porque el taxista no parecía haberse dado cuenta de lo que pasaba. Intuido por el miedo, intentó alejarse de la zona de peligro y el impacto lo sorprendió tanto que chilló, el meteorito había caído a unos escasos metros.

YoonGi salió volando en el aire, golpeó contra el piso y su maltratado cuerpo evitó que se pudiera poner de pie. Su rostro estaba de lado contra el pavimento y podía ver cómo había fuego en un local de comercio.

Había muchas personas afectadas por el impacto, tal vez unos quince o veinte, entre ellos el taxista y el conductor que los chocó. YoonGi no estaba del todo seguro porque apenas podía mantener la mirada entre el humo, pero pudo escuchar los gritos de auxilio y llanto de las víctimas.

El meteorito se abrió, un líquido negro y extraño salió de su interior, nadie notó ese detalle. En cuestión de segundos, el simbionte se aproximó a su primer intento de huésped, una mujer embarazada que tenía la pierna rota y sangraba.

No eran compatibles y Venom la dejó al instante, la mujer gritó agudamente por el terror al verlo. El simbionte se alejó, formó una cuchilla y la apuñaló sin control, la asesinó para silenciarla porque el sonido lo dañaba.

No tardó en buscar el segundo, tercero, cuarto y quinto intento de huésped, pero ninguno se acoplaba a sus necesidades y ya llevaba más de diez. Todos terminaron asesinados luego de que comenzaran a gritar, Venom estaba agotado y a lo lejos vio un chico pálido arrastrándose por el pavimento.

El simbionte se apresuró a atraparlo, YoonGi sintió la viscosidad en su pierna, no sabía lo que la cosa negra era, pero luchó para quitársela de encima. Venom se adentró, aprovechando la debilidad del humano, rápidamente tomó el control y se transformó en un musculoso cuerpo negro de casi dos metros y medio.

—Vaya, vaya.— murmuró la gruesa y ronca voz del extraterrestre mientras miraba sus enormes manos negras —Eres justo mi tipo, eres un humano afortunado.

YoonGi seguía medio consciente y su cuerpo estaba paralizado, solo que se había convertido en alguna clase de títere para la cosa negra. No podía hacer nada, más que ser un espectador, y así es como terminó viendo como Venom tomaba a cada una de las personas muertas para amontonarlas en un solo lugar.

"¿Qué eres?", preguntó YoonGi mentalmente, creyendo de alguna manera que la cosa extraña lo escucharía, no estaba seguro.

—Venom.— respondió el simbionte, confirmándole que sí pueden comunicarse.

"¿Qué haces?", volvió a preguntar YoonGi, pues el extraterrestre ahora tomaba un cuerpo sin vida entre sus manos y parecía evaluarlo con la mirada.

—Comer.

Venom ni siquiera le dio tiempo de procesar lo que le había dicho, abrió su enorme boca y arrancó la cabeza del humano para devorarla con mucha facilidad. Sus enormes colmillos trituraron el cráneo, masticaron todo y tragó, sabía delicioso, era un manjar y se acabó todos los cadáveres.

YoonGi había tenido que observar todo, tenía una gran sensación de asco apoderándose de su paladar, el estómago se le revolvió y no paraba de llorar. Jamás en su vida había visto y sentido algo tan traumático y asqueroso, por eso no tardó en caer desmayado, deseando olvidar todo.

El simbionte fue consciente de que su huésped estaba dormido, aprovechó para utilizar su nuevo cuerpo. Entonces fue y busco más cosas que comer mientras admiraba el planeta en el que aterrizó.

Luego de haber devorado a casi cincuenta personas, destruido algunos vehículos y negocios, decidió que era tiempo de buscar información sobre su humano. Se adentró en la mente de YoonGi y pudo ver toda su vida, era un huérfano sin amigos, lleno de soledad y amargura, eso le pareció perfecto.

Pero había una pequeña luz entre sus recuerdos, un chico hermoso de cabello rubio, ojos grises, mejillas abultadas y labios pomposos. Venom sonrió porque le parecía delicioso, aunque junto a esa imagen vinieron algunas referentes a su vida universitaria y se mantuvo serio.

De esa manera, Venom se dio cuenta de que su huésped estaba completamente golpeado, lleno de heridas y moretones, así que lo curó sin dudar. Gruño molesto porque odiaba los abusos y el maltrato, las personas malvadas no le gustaban para nada.

Podía hacer su simbiosis con su huésped sin problema, era el indicado y también se dijo que podrían convivir. Quizás debía hacerle ver que era lo mejor para los dos, él necesitaba un huésped y YoonGi sus habilidades.

Venom se dirigió al apartamento del humano, brincó entre edificios, desgarrando muchas estructuras a su paso. Los humanos a veces lo veían, gritaban y salían corriendo, los dejaba escapar únicamente porque estaba lleno.

Su prioridad en este momento era mantener a salvo su huésped, aunque también a sí mismo y siendo ellos ahora uno solo, no tenía otra opción, más que asegurarse del bienestar de YoonGi.

El sonido de las ambulancias y las patrullas a la distancia lo hicieron darse cuenta de que habían descubierto su masacre, por eso sonrió divertido. Le gustaba este planeta, pudo procesar todo al respecto rápidamente y dedujo que apenas eran unos cavernícolas a su comparación, sería fácil vivir entre ellos.

Cuando llegó a su destino, se dejó caer en el sillón y le dio el control al humano que seguía inconsciente para permitirle descansar. Mañana tendría que lidiar con su huésped y no estaba seguro de cómo debía manipularlo para que lo dejara quedarse.

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𝓢𝓲𝓶𝓫𝓲𝓸𝓼𝓲𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora