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—Debo estar jodidamente loco.— dijo frustrado YoonGi, hablando consigo mismo y frotó su rostro con desesperación.

"Tomaste la mejor decisión" aseguró Venom emocionado "Seremos buenos amigos" insistió, pero el humano lo ignoro.

YoonGi había aceptado que el simbionte se quedará, más que nada porque no tenía otra elección, ya que no podía matarlo y tampoco suicidarse. Además, Venom lo había convencido diciéndole que le otorgaría habilidades como: super fuerza, velocidad, resistencia y muchas otras más.

Cuando hablo sobre JiMin, se sintió devastado, era obvio que quería algo con él, pero no por medio de trucos y menos ahora que estaba poseído por una extraña cosa caníbal. Por eso es que primero tuvo que asegurarse de que Venom no interfiriera de ninguna manera en sus asuntos románticos, el extraterrestre le dijo que no había problema mientras lo dejara comer de vez en cuando.

Ellos dos podrían coexistir sin problema, pero YoonGi no se sentía cómodo sabiendo que había algo dentro de él que podía controlarlo cuando se le pegara la gana. Sumándole el hecho de que prácticamente Venom pretendía asesinar más gente y luego comerla, saber eso lo hacía sentir enfermizo porque únicamente se alimentaba de esa manera.

YoonGi le rogó que ya no se comiera gente al azar, que de preferencia no asesinara inocentes como lo hizo en el impacto del meteorito. Estuvo pensando de donde sacaría humanos malvados para Venom, pero su única idea era visitar alguna cárcel. La verdad eso ni siquiera era una opción ideal porque habría tanto personas buenas como malas, no sabía qué hacer y no quería pensarlo por el momento.

—Se te hará tarde.— comentó Venom saliendo de su interior.

YoonGi asintió, miro el reloj y tomó su sudadera, tenía que ir a la escuela y de alguna manera el simbionte se aprendió sus horarios. Por lo que habían hablado durante la mañana comprendía que Venom estuvo de curioso en su pasado y presente, así es como conocía también a JiMin.

—Estoy curioso por ver al humano rubio.— dijo Venom repentinamente.

—Ni se te ocurra aparecer de esta forma, debes mantenerte dentro de mí y no salir.— le advirtió YoonGi, frunciendo el ceño y señalándole con el dedo índice.

El simbionte gruñó con disgusto por el regaño, se adentró de nuevo en YoonGi y se mantuvo de esa manera. O por lo menos fue así hasta que llegaron a la universidad y vio a muchos deliciosos humanos con jugosos cerebros reunidos a su alrededor, casi como un buffet.

"Se ven muy comestibles" mencionó Venom, queriendo tomar el mando.

—Ya hablamos de esto.— respondió YoonGi por lo bajo —No vas a salir y no comerás a nadie, hicimos un trato.— debatió, dirigiéndose hacia su casillero.

"Eres un aburrido" comentó Venom desanimado.

YoonGi no respondió, abrió su casillero y sacó los libros que necesitaría para sus clases, a unos metros por el rabillo del ojo pudo ver a JiMin con NamJoon. El jugador moreno tenía al lindo rubio por la cadera y su enorme mano casi tocándole el trasero, sin vergüenza de que alguien los viera.

JiMin se veía demasiado incómodo, molesto y muy triste, eso hizo que YoonGi se sintiera culpable, más cuando los ojos grises del chico se encontraron con los suyos. Hubo un intercambio silencioso en esos segundos, ambos parecían decirse muchas cosas con solamente una mirada y NamJoon estaba al tanto, empuñando sus manos con furia por el descaro.

—Ya ni siquiera lo ocultas.— reclamo el moreno a JiMin, apretándole con demasiada fuerza y eso dejaría algunas marcas en su suave piel —Eres un maldito ofrecido, una zorra.— agregó susurrándole al oído con voz gutural.

𝓢𝓲𝓶𝓫𝓲𝓸𝓼𝓲𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora