⌦ 𝙵𝚛𝚒𝚎𝚗𝚍𝙰𝚙𝚙 ✭ ❰𝗝𝗮𝗸𝗲𝗞𝗶❱

☀④☀

︵‿︵‿୨☁୧‿︵‿︵

Dudar sobre sus acciones era algo que tristemente se había vuelto común, no podía pasar siquiera un momento preguntándose si era tonto o no.

Sus padres estaban alegres con la noticia sobre que había hecho un amigo, claro que solo conocían la información hasta allí, le avergonzaría más si se enterasen cómo se conocieron.

Tres días luego de haber usado la app para salir a comer unos helados con Jake, seguía recibiendo notificaciones como recordatorios que lo hacían sisear, halando sus cabellos con algo de pena.

¡Tienes a tus amigos a la vuelta de la esquina!

¿Fiesta? Con amigos es una gran experiencia

¿Necesitas cubrir actividades de última hora? ¡Tu amigo va en camino!

Y cosas por el estilo, llevándolo hasta el punto de arrastrar el ícono de la app por la pantalla, dirigiéndose al cesto de basura para desinstalarlo.

Pero no lo hizo.

Se encontraba en un choque y mar de pensamientos por todo lo que debía hacer.

Sus padres habían enviado una caja desde Japón, tenía que pasarla buscando por la agencia de envíos, debía ir a hacer compras porque su despensa se había agotado, fue citado a una entrevista de trabajo y la compañía de internet iría a reparar una avería en su apartamento.

Mientras se calzaba los zapatos sin trenzas, sacó su celular e ingresó en la app, clicó un par de opciones que aparecieron en cuanto ingresó y luego esperó en la pantalla de carga.

Seleccionando un amigo...

El sonido de la campanilla le indicó que ya había sido procesada su petición, suerte que había afiliado su tarjeta a la app para no tener la tarea de hacer manualmente la transacción bancaria.

¡Tu amigo va en camino!

Terminó de recoger las cosas y aguardó en el sofá mientras su pierna se movía con inquietud, esperaba que Jake llegara rápido para poder explicarle las cosas que debía atender.

Pasaron al menos quince minutos cuando el timbre resonó en el lugar, impulsándolo a levantarse con rapidez, acercándose a la puerta para abrirla.

Su rostro se frunció cuando vio a un chico rubio de ojos grises, sonriéndole.

― ¿Nishimura Riki?

El aludido asintió, echando un vistazo a su reloj digital. ― ¿Eres de la compañía de internet?

El rubio negó con una leve mueca, sin borrar completamente su sonrisa. ―Soy su amigo, parece que tiene tareas que atender, dígame en qué lo puedo ayudar.

Riki se llevó ambas manos a la cabeza, ya sabía él que no había hecho los pasos como Jake le había indicado.

Si no quieres seleccionar a alguien, puedes dejar que la app lo haga por ti, dándole a iniciar. Si quieres seleccionar, pues debes darle a botón de selección.

Negó pronto, guardando las llaves en el bolsillo de su chaqueta de jean, cerró la puerta tras él y suspiró profundamente. ―Yo...me he equivocado, siento que hayas venido hasta acá.

―Oh, no se preocupe ―el chico se encogió de hombros.

Riki sonrió sin mostrar sus dientes y desbloqueó su celular, ingresando a la aplicación para retirar la reservación, apuró su paso para salir rápidamente del edificio, debía comenzar sus actividades y ni sabía por dónde iniciar.

︵‿︵‿୨☁୧‿︵‿︵

El pelinegro permanecía sentado fuera de una linda cafetería, tomando con disfrute su bebida refrescante de durazno, mirando la calle y su tránsito a hora pico.

Una sonrisa se escapó de sus labios cuando volvió a repasar su mañana.

Había comenzado como un desastre pero poco a poco las cosas fueron cambiando a su favor. La entrevista se había aplazado para el día siguiente, la compañía de internet también le había llamado para anunciarle que no podrían visitarlo ese día.

Solo le quedaba hacer las compras, la caja la había retirado en cuanto se libró de las otras dos.

Pasó su celular de una mano a la otra, dejando de sorber cuando acabó con la bebida, metió su mano a la bolsa de papas fritas, ingresando a la app mientras comía el bocadillo.

La explicación de Jake parecía estar a medias en su mente, la presión y los nervios que Riki sintió en ese momento no lo habían dejado prestar atención correctamente.

Dio con el apartado de "favoritos", siendo Jake el único allí por obvias razones.

Bajo el perfil del chico, estaba un botón para "seleccionarlo". Apretó sus labios con cierta inseguridad de clicarlo, tomó una respiración profunda y cerró sus ojos para finalmente presionar el botón.

Cuando abrió sus ojos sintió que su alma dejaría su cuerpo, el rubio estaba parado frente a él, sonriéndole con la cabeza ladeada.

Eso era muy rápido para considerarse humano.

Al bajar sus ojos a la aplicación, había una ventana que le daba opciones a rellenar como las horas y el lugar de encuentro, así que no era posible que haya sido por la app.

― ¡Riki! ―saludó el rubio, alegre―. ¿Puedo sentarme?

El pelinegro le dio un asentimiento lento, recogiendo sus brazos que estaban extendidos sobre la mesa, Jake tomó lugar frente a él, dejando la bolsa de compra que llevaba, sobre sus propias piernas.

― ¿Cómo sabías que te iba a llamar? ―soltó la pregunta, olvidando por completo el saludo.

El rubio abrió un poco más sus ojos, mostrándose sorprendido por la pregunta. ― ¿Me ibas a llamar?

Riki giró su celular, enseñándole la pantalla al chico, Jake abrió su boca entendiendo. ―Ah, por la app ―afirmó, acomodando su gorra―. Espera, ¿me ibas a volver a llamar? ¡Eso es genial!

La energía alegre en Jake hizo sonreír un poco al japonés, encogiéndose en su sitio mientras se volvía a avergonzar, Jake por su parte se inclinó hacia adelante, apoyado en la mesa mientras sus brazos se acomodaron sobre la misma.

―Es bueno saber que te agradé, pensé que no había sido así.

El menor se vio obligado a responder, no quería que su amigo pensara cosas erróneas, tampoco le iba a decir que había pasado por un lapso de inseguridad por tres días luego de su salida, eso era muy personal.

―No creo que te agradaría si alguien te llamase todos los días, es mejor cuando se mantiene espontáneo ―opinó, deslizándose un poco la bolsa de papas, dando a entender que le daba a compartir. Desvió la mirada, fijándola en sus manos apretando el celular con nerviosismo.

El silencio llegó a la mesa, dándole paso al ruido de su ambiente por completo, las bocinas de los autos, los motores de los mismos, el gentilicio charlando, sonidos de campanillas, pisadas de todo tipo y la pequeña risa amortiguada de Jake.

Nishimura alzó la mirada, consiguiéndose con una tierna imagen del rubio, sus mejillas estaban algo rojas por la presión de aguantar la risa, solo dejaba a mostrar su dentadura superior y parte de su encía.

― ¿Q-qué sucede? ―cuestionó algo confundido.

Jake dio un toque a la mesa, incorporándose luego de hacerlo. ―Espero verte pronto, Riki.

Se quitó la gorra y la dejó encima de las manos del chico, el pelinegro arrugó la nariz como pregunta pero Jake esquivó las sillas y se alejó, caminando a paso relajado, meciendo la bolsa que llevaba colgada en su mano.

― ¿Y esto? ―gritó Riki, alzando la gorra negra.

― ¡Es garantía! ―respondió tan solo.

Seguía estando confundido pero no evitó sonreír con gracia, moviendo su mano como despedida hacia el rubio. 

Fue un lindo encuentro no programado.