Kurama Regresa

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Naruko se negó a responder aquella pregunta. En verdad era algo privado. Pero si optó por ir a comer ramen ya que estaba muy hambrienta, dejando a todos asombrados.

Cada quien fue a casa. Pero Naruto junto a Kawaki y Boruto la llevaron a casa a cenar. Allí se quedaría ella mientras se encuentre en ésta realidad.

Naruko reía junto a Naruto, tenían el mismo sentido del humor. Al llegar a casa fueron recibidos por Himawari y Hinata. Naruko sentía una intensa tristeza en su interior, ya que extrañaba a su amado Neji y a sus propios hijos. Pero sabía discimularlo a la perfección.

Cenaron en familia y luego cada quien se fue a dormir. A la mañana siguiente Naruko y Kawaki fueron al campo de entrenamiento para dar inicio con la lección. Le dijo a Boruto que antes de entrenarlo a él, éste debía acabar las pastillas que le dió.

Por supuesto que al rubio menor no le gustó nada aquello. Pero ella argumentó que se debía a que el espíritu de Momoshiki seguía en el cuerpo de Boruto.

-Las pastillas lo debilitan Boruto. Hasta que eso pase entrenaré a Kawaki.
- ¡Pero no! ¡También quiero que me entrenes!
- Kawaki no tiene al espíritu de Isshiki en su interior. Nos seas niño Boruto.

Ella se fue junto con Kawaki quien permaneció en silencio durante todo el trayecto. El Kawaki de la realidad de Naruko era más explosivo en su personalidad. Se parecía bastante a Boruto.

Ella suspiró al ver a éste Kawaki percibiendo su intenso dolor. El no haber sido hijo biológico de Naruto en ésta realidad, lo llevó a sufrir bastante. Era más que evidente para ella.

Naruko le habló con intensa ternura, explicandole cada detalle sobre cómo funcionaba todo.

- Tu cuerpo es un 90% un Ootsutsuki, debemos conseguir que llegue al 100%. Si haces lo que te digo verás que seguirás siendo tú mismo.

- ¿Qué sucederá si me pierdo a mí mismo?
- No pasará eso

-¿Por qué estás tan segura?
- Porque te ayudaré, para eso estoy aquí Kawaki.
-¿Por qué debería confiar en tí?

- Solo pretendo ayudarte
- No tienes obligación alguna conmigo, después de todo no soy tu hijo aquí. ¿Por qué pretendes ayudarme? ¿Acaso quieres usarme como todos?

Naruko lo miró con asombro, entendía su temor y desconfianza. Kawaki jamás recibió amor y cariño. Al parecer solo Naruto y su familia le dieron aquello. El joven desconocía esos sentimientos.

Ella se limitó a abrazarlo logrando no solo sorprenderlo, sino también conmoverlo. Kawaki la abrazó también, estaba temblando.

- Tranquilo Kawaki, nadie te volverá a dañar.
-¿Tan segura estás?
- Si

- ¿Por qué?
- Naruto y su familia te protegerán siempre. Ahora hay que empezar con el entrenamiento.

Kawaki había visto su historia sintiendo admiración por ella. Sabía que decía la verdad, después de todo era el Septimo en versión mujer.

Empezaron a entrenar, ella le iba enseñando a controlarse debidamente. A ser conciente del inmenso poder que ahora tenía como Ootsutsuki que era. Y a asimilarlo en su cuerpo.

No era tarea sencilla, pero Kawaki se esmeraba en lograr todo lo que ella le pedía que hiciera. Fue sensillo entrenar con Kawaki ya que él conocía y dominaba la mayoría de las técnicas.

Hacerlo un ninja fue tarea sencilla. Cuando ella supo que las bases estaban sentadas y aprendidas por él, solo restaba practicar para perfeccionarlo todo.

Aquello les llevó dos semanas y medias. Boruto casi acababa las pastillas. Fue cuando Naruko decidió emplear el Rennigan para revivir a Kurama y devolverles los brazos perdidos a Naruto, Sasuke y Kawaki.

Sobre del techo de la mansión del Hokage estaban Naruto, Shikamaru, Sasuke, Kawaki, Boruto y Sai. Ella dió inicio con la técnica. El Rennigan apareció en sus ojos mientras hacía los sellos.

El brazo derecho de Kawaki apareció siendo arrojado al suelo la prótesis. El jóven se miraba el nuevo brazos moviendolo. Estaba asombradisimo.

El brazo derecho de Naruto también apareció quedando sin efecto su prótesis. Naruto volvía a sentirse completo. Luego apareció el brazo izquierdo de Sasuke y revivió su propio Rennigan también.

Aún no podían creerlo. Ella era en extremo poderosa. Nadie podría haber echo aquello como ahora lo hacía Naruko.

Finalmente Kurama revivió dentro de Naruto pero la gigantezca cabeza de zorro hecha de chakra amarillo apareció sobre de ellos. Sus rugidos alertaron a toda la aldea.

Kurama había vuelto. Naruto sintió que regresaba su descomunal fuerza una vez más. Inmediatamente el chakra desapareció. Ahora permanecía guardado dentro de Naruto, como siempre.

El Septimo se sentía felíz ya que era como si hubiese recuperado algo de sí mismo. Ya no sentía ese vacío intenso.

Cuando acabó, ella quedó agotada. Respiraba entrecotado.
- Cuidalo y...no dejes que....que muera otra vez....¿eh...Naruto?

Naruko cayó inconciente siendo sujetada por Sasuke. Había gastado todo su chakra. Revivir a un bijuu no era tarea sencilla.

Los demás miraron aquello más que asombrados. ¿En verdad Naruko era la versión femenina de Naruto? Empezaban a dudarlo, ya que a leguas se notaba que ella era mucho más poderosa.

Naruto la miraba sonriendo, ya que se sentía felíz porque había recuperado a su gran amigo. Kurama. Pero algo en su interior se iba quebrando, algo que incluso él mismo no llegaba a percatarse.

- Gracias Naruko - susurró él, pero empezaba a sentirse extraño. Como si fuese un estorbo. Aquello lo confundía y le dolía.
- Sorprendente - Exclamó Boruto - En verdad es muy poderosa.

Naruto no se perdió detalle alguno. Sasuke la contemplaba tan embelezado como los demás. Cerró con fuerza sus puños. Empezaba a creer que él estorbaba allí.

 Empezaba a creer que él estorbaba allí

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Boruto Uzumaki ~ Distintas Dimenciones ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora