Todavía quiero besarla.

Capítulo 1: Mi ciudad

Me encuentro como de costumbre aburrido y fastidiado de un día más de escuela. Es cansado cuando las personas que me rodean repiten lo mismo sin parar, pareciera que el mundo carece de reflexión o al menos eso es lo que invade mi pensamiento, ¡puede ser que yo sea a la vez un fastidioso en mis adentros y no le interese prestar atención a los demás!, todo carece de sentido y esto es un fastidio. Solo espero terminar el día escolar y regresar a casa a sumergirme en mis historias ficticias de amor que son imposibles de concretar en la realidad, solo espero que el profesor en turno diga que somos libres para salir corriendo y leer un capítulo de ese libro que cuestiona mi existencia, pero a la vez me captura, ¡a quien engaño siempre sabemos que un capítulo no es suficiente!

Después de leer esperare a mis representantes de lo que me vuelve humano, los llamados amigos, Frank (el clarito de color alto y de cabello ondulado) y Janel (la morenita fuertecita de, cabello lacio) . Frank Grund y Janel Allen son mis dos mejores amigos, los que me rescatan de la miseria de los días desolados y sin inspiración, ellos me entienden, no sé si ven el mundo como yo, pero me permiten querer vivirlo hasta cierto punto puedo decir que gracias a ellos y mi familia todo marcha bien, a mi forma, tan simple y fastidiada, pero marcha bien.

Soy un chico alto de ojos verdes como el ámbar, con aspecto elegante que no es guapo, pero que tampoco se deja caer en la miseria antiestética de aspecto andrajoso, soy un chico común que hace muchas cosas y a la vez disfruta mucho lo que hace, en ocasiones un poco contradictorio con personalidad ajustable solo por convivencia, negando y quejándose siempre de todo, pero sintiendo satisfacción por muchas cosas. Puedo decir que tengo talentos, pero soy muy flojo para concretar y llevar a fin algunas cosas. En mi soledad soy feliz, mientras no me perturben y se metan en mis asuntos soy la persona más linda del mundo, claro eso solo conviviendo para mis adentros. La relación con las demás personas me suele ser un tanto insatisfactoria, las sonrisas, las pláticas, suelen ser a veces por compromiso, siempre reflexiono y cuestiono las acciones humanas, ¿Por qué por el simple hecho de ser humanos debemos tener una buena convivencia y modales? Como respuesta mi actitud chocante, directa y sin hipocresía ante ciertas situaciones, si algo no me gusta no dudo en darme la vuelta irme o hacérselo saber a la persona. Soy como el orgullo y la soberbia. Valgo tanto como para soportar, gente, opiniones y situaciones de entidades silvestres... ¡Que hermoso seria existir en paz y en soledad, saber que nadie existe, solo yo, mis divinos pensamientos y mis deseos!

Mi vida es estar encerrado en casa y salir muy pocas veces con mis amigos, ellos regularmente me visitan. Vivo en una ciudad un tanto escandalosa llamada Walvort, ciudad donde los habitantes parecen divertirse diario y escuchan música por todos lados. Mi casa está cerca de un rio que respetaron ya que lo catalogaron como reserva natural, gracias a esto no hubieron nuevos asentamientos, es un lugar muy bonito, sientes la briza de los árboles todas las mañanas, siempre huele a madera, a hojas y al perfume que transpiran las flores, siempre esta soleado, pero el calor no es sofocante, es un calor que te sirve de excusa una mezcla extraña de granizado limón con uva y chamoy. Mi bella ciudad, que es ciudad por el tamaño, pero un gran bosque por la flora y fauna de la región. Los animales son hermosos y abundantes , cuando menos te lo imaginas hay una ardilla en tu casa, un mapache, un gorrión, un puma, un oso, ¡bonito! ¡Que espanto!, por eso las casa mayormente tienen cercas altas y de materiales resistentes, no querrás despertar y ver como un oso te prepara el desayuno y se acaba la miel de tu alacena como el osito Amarillo de camisa roja.