Todavía quiero besarla.

Capítulo 5: ¿En verdad no sufres?

She sits up high, surrounded by the sun

One million branches and she loves every one

Mom and dad, did you search for me?

I've been up here so long, I'm going crazy

Pierce The Veil - Hold on till may

Ha pasado casi una semana de la presentación de los talleres y de rectificar que esa chica si era real, ya no tenía prisa; sabía dónde buscar. Trini solo había asistido dos días a clases, algo había cambiado en ella, los días que llegaba no me hablaba, sentía sus ganas de evitarme a toda costa. Un viernes procure salir del salón antes de la hora de salida y así estar en la puerta y encararla, no sabía exactamente qué estaba haciendo, siempre era yo quien evitaba estar cerca de Trini, era yo quien odiaba ser fastidiado por ella; Aun así, sentía algo de preocupación por ella. Puede ser porque la conocía de hace años cuando ella tenía 17 y yo 19. La forma de conocerla fue graciosa, puedo llegar a decir que me enamoré de Trini; Pero su personalidad me hizo detestarla, no encajaba conmigo. En esa ocasión Trini había asistido con su papá a una comida que mis padres habían organizado, el primer día que la vi me gusto su cabello dorado que le llega a los hombros, ella usaba ropa deportiva de color azul, su padre la acaba de pasar a buscar al colegio donde estudiaba.

Vi a una chica rubia de ojos azules y grandes, pareciera estar siempre sonriente, su estatura era de 1.51, en su rostro se dibujaban unos hoyuelos bien definidos, tiene lunares en su cuerpo, tiene uno de color rojizo por arriba de las clavículas en medio de su garganta, también uno diminuto del lado derecho del cuello, uno arriba de la ceja derecha, su cara es redondita, cuando ella se exalta, se sofreesfuerza o se sonroja sus mejillas ser tornan rojas, ruborizadas al tal punto de parecer tener fresas en sus pómulos. Todo era belleza en Trini.

Ese día me animé a hablarle y acordamos vernos cerca del río. Siempre tenía su chispa habitual, nunca guardaba silencio, hacía muchas preguntas, era tan sorprendente su forma de hablar, de estructurar tantas preguntas en un minuto, pensaba todo color de rosa, ella siempre decía que todo tiene que ser espontáneo, nunca sabemos cuándo será el último día, su cara siempre tenía una sonrisa muy grande y linda. Su forma de ser se me hacía muy invasiva, el día que la vi no me maldije por los siguientes años que vendrían, no sabía que desde ese día Trini seria mi sombra cuando yo me distrajera, vivíamos cerca, era evidente que me la encontraría en el camino a la universidad pues era la única que habían construido.

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A lo lejos vi su silueta, esta vez no podría evitarse como la había estado haciendo en la semana, estaba decidido a plantarle cara a Trini, no sabía las razones por las que me importaba, no sabía decir si era lastima,  si era solo por ser humano y como deber moral nos debemos preocupar o el hecho de conocerla de años.,  o en verdad había desarrollado un mínimo afecto por ella a causa de ser una conocida de años. Se acerco, intento evitarme y me le puse enfrente, le hablé entre dientes, le apliqué las mismas técnicas invasivas que ella usaba conmigo.

— A donde tan rápido, Trini Wircri Valenc — Le dije, mientras me aseguraba de sonar hostil e imponente.

— ¿Tú quién eres?— Respondió, tomando sorpresa su actitud para nada simpática como siempre y a la vez mostrándose algo enojada, pero con unos ojos cargados de tristeza.

— Aquí las preguntas las hago yo — Respondí, mientras continuaba hablando — No me interesa tu vida, ni me interesas tú, pero desde hace un tiempo me estas evitando, es sorprendente, ver como de la noche a la mañana me dejas de molestar, he descansado mucho de ti, pero creo que es mi deber preguntar como estas y así no estar en conflicto con mi conciencia por ser una mala persona que no se preocupa por un ser humano como tú.