❧─────── 𝙴𝚕 𝚎𝚗𝚌𝚞𝚎𝚗𝚝𝚛𝚘.~

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Lo que podria ofrecerle estaria afuera de mi alcance, ni casas de lujo, ni autos caros, ni siquiera podría pretender todo el dinero del mundo a cambio de hacerla feliz.

Solo tenia algo claro en mi mente y esque el amor que sentia por ella nadie lo podria comprar.

Tuvo que pasar años, para por fin encontrarme de frente a ella, no obstante de una forma un poco extraña, ella seria la profesora y yo una simple aprendiz.

Aquella vez que la vi, llevaba una blusa de seda negra estampada,unos pantalones informales y lo que parece ser un calzado de tacón.

Ella se dirigió a sus alumnos de manera formal.

-Esta bien, si nadie se presenta, lo haré yo.-

Sugirió ella, acercandose a nuestros pupitres, con los brazos cruzados y sin hacer ningun tipo de gesto en su rostro, causando en parte un ambiente escalofriante.

- Mi nombre es Khum Sam, pero para vosotros seré Srta Sam, en cuanto a las materias de este curso, yo soy quien dará el ochenta por ciento de ellas.-

Muchos de los alumnos y compañeros que comparten aula conmigo, quedaron sobrios ante la reaccion de la profesora.
Pero yo no pude resistirme a sonreir, cuando de repente mis ojos estallaron de serotonina, prestaba atención a las palabras que salia de sus cuerdas vocales, causando esa voz que endulzaba mis nervios de aquella presentacion.

Ninguno de los miembros del aula eran capaces de elevar sus manos, para presentarse con sus nombres, su presencia impone e incomoda, hasta el punto de que muchos sacaban sus telefonos para evadir su mirada.

-Estarán prohibidos los telefonos, en el caso de que los utilicen sin permiso, seran castigados con un expediente.-

Exclamó tratando de poner orden.

- Todos de pie.-

Sentí su desesperación en su rostro, tanto que noté sus manos temblorosas cuando volvió a cruzarse de brazos.

-He dicho ahora.-

Ellos fueron tan veloces que no pude sentir a la mayoria levantarse de la silla de sus pupitres, cuando volví a tener consciencia de lo que ocurría, era demasiado tarde para ponerme de pie.

En ese momento me di cuenta de lo enamorada que estaba realmente de la Srta Sam, ya que a causa de mis pupilas, yo no podia dejar de pensar en lo hermosa que se veia siendo una persona fria.

Sentí como una sombra se posaba un poco más arriba de mi y como el olor de su perfume embriagaba mi sentido del olfato.

-Usted... ¿Está bien?.- Se dirigió a mi preguntando, mientras su rostro parece relajarse.

No pude mirarla a los ojos,por lo cual respondí cabizbaja y con voz ronca.

-E...estoy bien.- Susurré apenada mientras su cabello casi rozaba mis mejillas.

Ahora todas las miradas se concentraron en mi, ya que yo era la unica persona que aun estaba sentada y mis mejillas se enrojecieron por la verguenza.

Sus cejas se fruncieron e hizo un gesto con las manos para que moviese mi trasero.

Terminé poniéndome de pie, pero rápidamente después de lo sucedido se dirigió a mi para preguntarme.

-¿Cual es su nombre?.-

Su voz delataba que estaba realmente seria.

-Mi nombre es Astrid y... .-

No pude acabar la frase para disculparme, cuando ella trató de interrumpirme.

-No necesito más información, solo pedí que te presentaras.

Lo dijo tan alto y claro mientras que su rostro parecia malhumorado.

Aquella tarde cuando salí de la escuela mis amigos y yo habíamos quedado en un restaurante cerca de donde vivía la Srta Sam, lo que nunca pude imaginar es que estuviese en la escuela donde ella misma trabajaba desde hace años.

-¿Sabías que el plato favorito de la comida de la Srta Sam es el "Kare raisu"?.-

Liam se apresuró a preguntarle a Zaid, mi mejor amigo, a lo que él respondió que no sabía exactamente porque tenía que parecer un obsesionado con esa mujer.

Yo estaba realmente emocionada, mi mente no podía dejar de pensar ni un solo segundo, como su rosto se había acercado a mi tan sutilmente.

Liam giró su cabeza para mirarme, cuando estaba tan abobada aquel día.

-Astrid, creo que estoy enamorado de ella.-

Sus gestos se burlaban de mi, tratando de molestarme como siempre hacía.

Nos conocimos cuando eramos niños, no podia enojarme tanto con el.

-Deja tus tonterías a un lado.- Le respondí un tanto enojada.

-Hoy te he visto bastante apartada de nosotros, ¿Que es lo que ocurre?.- No sabía si en ese preciso momento él de verdad se estaba preocupando por mi o tal vez solo burlándose.

Me quedé en silencio durante unos minutos, todo parecía muy incómodo, pero Liam volvió a interrumpir.

-¿Es cierto que hoy entraste en la misma escuela donde trabaja ella?.-

¿Estas siendo sarcástico?Esto es algo tan serio.-

Todo parecía una discusíon hasta que Zaid agarró fuertemente mi muñeca mientras me miraba con sus ojos punzantes, sentía que estaba tratando de decirme algo.

- No lo tomes personal, ya sabes cómo es nuestro amigo de bromista, aunque sabemos que siempre admiraste a aquella mujer.

- Entonces...cuentanos que fue de tu primer dia alli.- Zaid parecía muy interesado así que decidí contarlo.

Mis dos amigos quedaron impresionados por mi torpeza al no reaccionar a una orden de la Srta Sam, aunque hubiera sido peor si ellos también estuviesen presentes.

Aquella noche no pude concentrarme en dormir, cuando llegué a casa,me deshice de la ropa que llevaba durante todo el dia y no pude resistirme a dejar caer completamente mi cuerpo sobre la cama, cuando abri mi teléfono móvil encontré un email un tanto extraño, así que terminé apagando mi teléfono y no abrí la nota.

Lost loverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora