Capítulo 4

162 18 1
                                    

Les dejo la canción para que la escuchen mientras empiezan a leer el último párrafo antes de la parte de Sacaloni


Hoy era martes primer día de entrenamiento el despertador sonó a las seis y directamente me fui a bañar aunque después de entrenar sabía que me tenía que bañar de vuelta, me duche y salí del baño antes asegurándome de que el otro pelotudo no estuviera despierto porque no me había llevado ropa al baño para cambiarme ahí, me cambié con el respectivo uniforme, todavía faltaban unos veinte minutos para poder ir a desayunar así que me tiré en la cama a escuchar el casete de Airbag; había empezado una de mis canciones favoritas "Cae el sol", me acomodé mejor en la cama boca arriba, con un brazo sosteniendome la cabeza y con el otro me rasqué una costilla por abajo de la remera quedando un poco arriba, una pierna doblada y la otra derecha disfrutando de esa canción que me hacía sentir miles de emociones, que me hacía sentir lo que nunca nadie pudo hacerme sentir allá cuando estaba en Córdoba esperando ese amor por el cual dejar todo, ese amor adolescente donde planeas el futuro donde sueñan con casarse, tener hijos y de grandes poder jugar con sus nietos, donde te hace soñar que podes ser invisible, donde no hay nada más que importe y sentirse los dos solos en este mundo; estaba pensando es todo eso cuando siento que me tocan la pierna abro los ojos sobresaltado y veo a Scaloni con el short puesto, en cuero y con el pelo mojado con las gotas de agua corriendole por la cara y el pecho, dejo de prestarle atención a eso para sacarme los auriculares y preguntarle que quiere.

- ¿Qué necesitas? - le contesté de mala gana.a

- De vos nada, solo te levantaba porque ya es la hora del desayuno.

- Bueno - dije para levantarme y empezar a caminar hacia la puerta.

- Gracias, ¿no? Digo por lo menos - dijo sarcástico.

- Gra-cias, ¿Así está mejor? - hice como una mini reverencia.

- Si así esta mejor, y que bueno que sigan haciendo monerías como un Payasito.

- Ya te dije que no me digas así porque no me gusta.

- Ay si te encanta que te boludeen cómo yo lo hago. 

- ¿Sabés que? menos me voy porque a parte de que no tengo ganas de aguantarte, no tengo ganas de discutir y que me arruines mí primer día, chau.

Salí de la pieza sin dejar que me respondiera y no iba a seder ante sus estúpidas agresiones de nene infantil, me agarré una taza para ponerme mate-cocido y agarrarme una tostada, que se notaba que era casera, con queso untable y mermelada de frutilla, me senté en una de las mesas hasta que se me acercó un chico muy sonriente.

- Che ¿me puedo sentar?

- Si obvio.

- Y vos sos Pablo Aimar, ¿No?

- Si y veo que todos me conocen acá, es algo bastante incómodo.

- Si es que te conocemos y la trayectoria que estabas llevando en River, a ver yo ya te conocía antes que se filtrara que ibas a estar en la sub 20 y también se dice que sos el favorito de Pekerman.

- A ver yo no creo ser su favorito y tampoco quiero que todos me miren como el bicho raro por eso porque ya es bastante incómodo convivir con el idiota de Scaloni maltratandome y burlándose de mí por eso además de mí apodo que tampoco me gusta.

- ¿Que? ¿Payasito?

- Si prefiero que me digan por mí apodo menos reconocido que es "Payito" que me pusieron los de Río Cuarto, ya que a mí viejo le decían Payo porque era rubio y por ende eso me convierte en Payito.

Payasito -Aimar y Scaloni-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora