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La pálida había perdido de vista a Momo desde que las cuatro vendidas fueron a buscar algo. Se había separado de sus amigas para buscarla sin ningún éxito y como sabía que las chicas ya se habían ido, se concentró en buscar a la nipona

Sabe que no se ha ido, pero poco a poco lo comienza a creer al no encontrar rastro de ella

Sus últimas esperanzas dieron frutos al verla sentada en unas escaleras, con la cara escondida entre sus rodillas y brazos

Una sonrisa ligera se posó en sus labios al encontrarla, acercándose a paso lento hasta sentarse a su lado, pensando cómo hablar

Trago saliva y carraspeó ligeramente. — Momo...

— Perdón, Dahyunnie. —Fue lo primero que dijo, sin atravesé a levantar la cabeza. — No quise meterte en esta situación

La menor estaba confundida. —Momo, está bien, no tienes porqué pedir perdón, claramente te iba a ayudar

— No hacía falta, Jeongyeon estaba exagerando. —Murmuro

Dahyun estaba comenzando a enojarse. Tomo los brazos de la mayor y los jalo, haciendo que levantara la cabeza al ya no tener escondite, captando la mirada sería y preocupada de la pálida

— Momo, basta, enserio. Deja de hablar así.

A la nipona se le rompió el corazón al ver esa expresión afligida, bajando la cabeza apenada

— Perdón.

— Basta de pedir disculpas. —Dahyun le sonrió, filtrando un rayo de luz en la oscuridad de su mente

El silencio nació entre ellas varios segundos, con la soledad en los pasillos acompañándolas

— Te devolveré el dinero. —Momo volvió a capturar su atención, no soportando ese silencio abrumador

— Déjalo así, pero a cambio, ¿Me haces un favor?

Los ojos curiosos de la mayor acompañaron su asentimiento

Vio a la coreana morderse el labio y se cuestionó de qué magnitud será ese favor

— ¿Podrías quedarte a mi lado por hoy?

Y toda la eternidad si me lo permites

El silencio por parte de Momo y sus ojos fijos en ella la puso nerviosa, provocando que desviara la mirada

— Claro. —Fue su respuesta, sencilla. — Pero, ¿Puedo preguntar por qué?

La menor sintió sus mejillas arder y Momo estaba magnificada por la imagen de una Dahyun sonrojada

— V-Voy a estar sola hasta mañana, y yo no quiero estar sola en la noche, así que... Por eso. —Termino por murmurar

Una sonrisa se dibujó en los labios de Momo por lo adorable que Dahyun se ve, alzando una mano para acariciar la parte trasera de la cabeza de la baja, provocando que se encogiera en su lugar

— ¿Quieres compañía por el resto del día o solo en la noche? —Internamente imploraba para que dijera que si

— Si no te molesta, si, por favor

La sonrisa de Momo creció. — Ven, vamos a comer entonces

— De hecho mamá dejo comida en casa, no sé si gustas o... —Titubeo a lo último, gesticulando con las manos torpemente

— Vamos.

— Bien. Solo debo ir a comprar unas cosas

Momo acepto y en poco tiempo se vieron comprando en un supermercado.

Es algo bastante extraño para ella, estar con la chica que te gusta haciendo el mandado como si fuera cotidiano, era una escenografía con la cual puede fantasear mucho, pero estaba pasando

Agregando el hecho de Dahyun estaba algo empalagosa ese día en particular, siempre estaba agarrada a alguna parte de su camisa, o a alguno de sus dedos, pero nunca perdía el contacto con su cuerpo o se alejaba mucho

Rezaba para que no escuchara su corazón latir con fuerza al tenerla tan cerca, con un brazo pasado en su cintura, abrazándola mientras leía la lista en su mano

Con la mayoría de las bolsas en sus manos -se negaba a que Dahyun cargara todo eso- entro al hogar de la menor, recordando prácticamente todo por las veces que ha estado ahí, en compañía de sus amiga

Desobedeció a la pelinegra y la ayudo a acomodar las compras, siendo prácticamente obligada después a salir de la cocina para que la baja sirviera la comida

— Mamá y papá salieron por una exposición de arte. —Tomo desprevenida a Momo, quien solo la veía moverse por el amplio espacio. — Y Myungsoo se quedó con uno de sus amigos, así que estaré sola hasta mañana en la tarde. —Escucho un suspiro antes de que se diera la vuelta y la acercara un plato de comida. — Toma, Momoring

Dahyun vio confundida a la nipona, no entendiendo su expresión, la estaba mirando sorprendida, ¿Por qué?

— ¿Todo bien?

— S-Si, es que... bueno, normalmente no me llamas Momoring

— yo... eh. —Dahyun no supo que decir y solo atino a encogerse de hombros, sacándole una risita a la mayor

Inseguridades de muchos días se disiparon al cabo de unas horas. Los pensamientos que tuvo en un inicio, sobre que no le caía tan bien a la pálida y solo convivía con ella porque están en el mismo grupo de amigas, fueron duramente pisoteadas por las amenas platicas. Dahyun es reservada la mayoría de veces, pero creía que con ella lo era más, no era secreto que hablaba más con Sana y Tzuyu, pero aun así dolía

Momo tuvo un ataque de ternura cuando tuvo que ir a su casa, Dahyun realmente no quería estar sola, o no quería que ella se fuera

Con una sonrisa cálida palmeo su cabeza. — Estaré de regreso en menos de una hora, ¿Si?

Dahyun inflo sus mejillas, no le quedo de otra más que aceptar

Ya importándole nada, la mayor se acercó para besar su mejilla, feliz al no percibir disgusto o alguna mala reacción

Y se puso aún más feliz al volver con Dahyun y que esta la recibiera con el mismo gesto. Mariposas revolotearon en su estómago por el pequeño contacto

Apenas habían dado las diez cuando Dahyun se apoyó en su hombro mientras veían una película, y pensándolo por bastante rato, alzo su brazo para que la menor se acomodara mejor en su pecho y ella la rodeara por el hombro, celebrando internamente cuando la pálida no estuvo reacia a hacerlo, incluso posando la mano al otro extremo de su cintura, devolviéndole el abrazo

Ahora ya era casi media noche cuando se percató de que Dahyun ya estaba dormida, acurrucándose más contra ella. No se resistió a acariciarle el cabello, con una sonrisa boba en los labios

— Tan bonita. —Susurro, dejando una beso fantasmal en su frente. — Me confundes tanto... y me gustas tanto. —Estaba hablando consigo misma, importándole poco si Dahyun la puede escuchar tanto

— Momo... —La baja murmuro entre sueños, apretando más en sus brazos

La mayor sonrió amplio, dejando un beso en su cabeza para acurrucarse con la dueña de sus pensamientos, apoyando su cabeza en la contraria para seguir viendo la película

Bonita forma de pasar San Valentín, acurrucada con la chica que le gusta

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