Mina esperaba a su linda novia en la entrada de la escuela, con el regalo colgando de su mano, con sus dedos picando para ver el interior de la bolsa. Estaba siendo muy difícil ser paciente para ver su presente
Las ganas le ganaron, pero al apenas alzar la bolsa para mirar adentro, un brazo rodeo su cintura por la espada y la otra mano bajo la suya
— Aún no lo veas. —Chaeyoung hablo tras su cuello, soltando una pequeña risa traviesa al escuchar el quejido contrario
La coreana de puso delante suyo, entrelazando sus dedos para comenzar a caminar
—Amor~, por favor. —Mina siguió lloriqueando. — Llevo parte de la mañana con las ganas de saber que es
La menor negó divertida, con una sonrisa cerrada ante los reclamos.
— Aunque sea una pista, no seas mala. —La baja no pudo resistirse a ese pequeño puchero
— Es algo que llevas queriendo ver desde hace mucho tiempo.
Mina estuvo conforme con la repuesta, aunque no entendió a qué se refería y su mente no estaba como para pensar en esa pista clara y a la vez no
Tomaron un taxi y Mina llevo a Chaeyoung a un restaurante, un restaurante importante para ambas.
La sonrisa en el rostro de la menor no tenía precio y la nipona quiso enmarcar ese momento en su memoria por el resto de su vida
Fueron al piso de arriba, a la misma mesa de ese día importante. Parecía que la escena se repetía, con una día brillante y lindo, en los mismos lugares con miradas enamoradas en vez de nerviosas
— ¿Ya lo puedo ver o me vas a hacer comer primero?
Chaeyoung rio entre dientes, posando su mano en la ajena. — Efectivamente
Mina volvió a quejarse, pero una sonrisa se instaló en sus labios
Sus platillos desaparecieron entre plática y plática y al momento de estar degustando su postre, Chaeyoung asentó la bolsa en la mesa
Con una mirada la mayor captó que ya podía verlo, rápidamente dejo su pay de limón a un lado
Saco una caja de madera, delgada pero grande, como un estuche, ya entendió porque pesaba
Dando miradas interrogativas a su pareja, abrió la caja, una expresión de sorpresa posándose en sus facciones
Hojas dobladas, muchas hojas sueltas, varios lápices ya usados y dos libretas, pero el que más le llamo la atención fue el cuaderno de dibujo, ese mismo cuaderno que ha querido ver desde hace mucho tiempo
Sus manos temblorosas tomaron el objeto, abriendo una página al azar
Jadeo y al alzar su mirada, Chaeyoung le regaló una sonrisa tímida, encogiéndose en su asiento. Volvió a mirar el cuaderno, pasando de página, una y otra vez
Hay algo que siempre resalta en las hojas y parece ser el único tema: Ella
Bocetos vagos, dibujos semi realistas sobre ella, sus labios, sus ojos, perfil, cuerpo, pinturas, hechos a grafito y más cosas
Sus ojos comenzaron a nublarse y una gran opresión de instalo en su pecho, tan cálido y abrumador que sus labios temblaron al intentar hablar
— Ya sabes porque no dejaba que nadie lo vea. —Intento bromear, sonriendo de forma aniñada antes de suspirar y ponerse más seria. — Pasabas tanto tiempo en mi mente que sin darme cuenta comencé a dedicarte mi tiempo. Creí que sería apropiado dártelo de una vez, al fin y al cabo te pertenece. Yo soy tuya, yo te pertenezco, y eso viene incluido. —Apunto a la caja. — Suena un poquito mal, pero bueno. —Alzo los hombros, restándole importancia, logrando que Mina soltará una pequeña risita y reaccionara para secarse los ojos. — No llevo tanto tiempo enamorada como tú, pero quería demostrarte cuan enamorada de ti estoy, y espero que eso te de una pequeña idea
Paso la mano por su cabello, bastante nerviosa aún, Mina no decía nada y aunque sus expresiones eran suficientes, necesitaba escuchar su voz
— La otra libreta son... Este, poemas. —Se estaba avergonzado, se sentía más cursi de lo normal. — Y las hojas sueltas son- la mayoría son cartas que nunca me digne a darte y posiblemente sino hubiera pasado lo de aquella ocasión, nunca te las daría. Y... Bueno, sí, eso
Chaeyoung bajo la mirada, avergonzada y tímida, la estaba dando a Mina parte de sus pensamientos y sentimientos en físico
Apenas pudo alzar la mirada al escuchar el chirrido de la silla moverse cuando la mayor ya había tomado su rostro entre sus manos y reclamo sus labios en un beso dulce
Mina intentaba expresar sus emociones en ese beso, no había forma verbal para expresar lo emocionada y sentimental que estaba con ese regalo
Se separó con una fuerte respiración, sonriendo amplio. — Yo te amo
Sintió a Chaeyoung apretar su cintura como un acto de reflejo y sus ojos brillar con esas palabras, no creía se podía ver el amor a través de unos ojos
— Yo también te amo. —Expreso un poco temblorosa, logrando un suspiro en Mina para volver a juntar sus labios dulcemente
Ese restaurante había sido testigo del día en que inicio su noviazgo y ahora había sido testigo del mejor regalo que Chaeyoung le ha dado
todos sabemos que chaeyoung es asi
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Subasta de citas
HumorEn su preparatoria era común que en San Valentín se hiciera una subasta, ¿de que? para tener una cita con un chico, pero este año agregaron la sección de chicas y hay quienes realmente no querían participar