El tiempo ha llegado
Heather Johnson y April Princeton se reunieron en el bebedero, que estaba cerca de la cafetería. El último periodo había terminado hace poco, y los lunes, los cuatro acostumbraban ir al centro comercial, River Center Palace, para recibir las novedades de todo tipo; desde moda, música y libros, hasta descuentos en comida. Pero, ese día, Kevin y Gale no estaban allí.
—¿Dónde están los chicos? — Heather preguntó, acercándose a April, quien llevaba puestos unos shorts de jean desgastados y una blusa de tirantes holgada que tenía escrita la palabra YOLO con letras fucsia. Ella poseía un estilo siempre relajado y cómodo; Heather a veces creía que era demasiado cómodo, pues se cortaba el cabello como niño para no perder tiempo arreglándoselo, y siempre compraba prendas de tonos similares para ponerse encima lo primero que encontrara.
Pero al final, eso le iba bien a April.
—Ahora también ensayan los lunes— contestó April, encogiéndose de hombros. Gale y Kevin pertenecían a la banda de Rock de Rich High, y, para su suerte, el encargado de hacerlos sonar bien, el Sr. Axel Lauper, había estado cerca de ser el guitarrista principal de Nirvana. Así que para ellos era importante ensayar cuatro veces a la semana. Después de todo, eso los haría quedar bien.
Heather arrugó su nariz con disgusto, ese día tenía ganas de ir con Gale a buscar algunos libros en la antigua librería Juicy Letters.
Los ojos color aceituna de April se iluminaron al instante y luego gritó con una voz súper-aguda: — ¡tarde de chicas!
Heather asintió y comenzaron a recorrer el pasillo juntas, los chicos de las diferentes actividades extracurriculares corrían de un lado a otro con palos de hockey de campo, uniformes de porristas, cajas llenas de temperas y pilas de libros sobre sus brazos. Claire Martin y Taylor Fox, ambas vestidas con blazers oscuros, esperaban junto a otro montón de personas recostadas contra los casilleros a que la Profesora Rose abriera el laboratorio de ciencias.
Al ver que se aproximaban, Claire pareció saludarla mediante una larga e inquietante mirada fija, a la cual Heather respondió con una diminuta sonrisa.
Frente a ellas, a unos pocos metros, brillaba la luz con intensidad, Heather sintió como la brisa del exterior las recibía, ya estaban en el estacionamiento principal de Rich High, un extenso lote pavimentado, delineado por finas líneas amarillas y con arbustos perfectamente podados que decoraban el espacio entre las hileras. Pocos autos, algunas motocicletas y una que otra bicicleta permanecían ahí, esperando bajo el sol de la tarde.
Después de bajar los peldaños de la corta escalera que las dejaría sobre el lote, April se paró de puntillas y estiró su cuello, para recorrer el estacionamiento con sus ojos, en busca de Amy, la destartalada motocicleta color beige que su padre le había heredado, con mucho cariño, a la menor de sus cuatro hijas.
—¡por acá! — dijo April señalando con su dedo la dirección, Heather siguió sus pasos mientras observaba como el campo de futbol americano se llenaba de muchachos fornidos en uniformes rojo y blanco. — Tengo que dejar de llegar tarde, está cosa me va a volver loca— decía April, reprendiéndose en voz alta.
Ellas alcanzaron la zona este del estacionamiento, donde una chica de cabello color café-canela se disponía a subir en su bicicleta de marco rojo reluciente e impecables neumáticos blancos.
—Au revoir—pronunció la chica con fluidez cuando vio que ellas pasaban a su izquierda, Heather dirigió su atención hacia ella; la chica tenía unos ojos oscuros y brillantes, unos pómulos voluminosos, una piel cubierta por pecas y una casi-invisible cicatriz en su mejilla. Pero, a pesar de esa pequeña imperfección, era indiscutiblemente bella.
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Perfect White Lie
Bí ẩn / Giật gânlas mentiras siempre son divertidas. Juegas a crear una historia interesante, manipulando a quienes te rodean, corriendo riesgos innecesarios o poniendo pruebas falsas. hmmm...la vida de un acosador.