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Hasta que hizo una estupidez y empezó a correr detrás del tren, que ya iba un poco más rápido. Se estaba quedando sin aire y sus piernas empezaron a doler, pero no iba a parar por nada en el mundo. Cuando por fin llegó al vagón al que Alex había subido saltó para entrar. Le costó algo de trabajo, pero por fin estaba ahí, riendo y con la respiración agitada. Y ahí estaba Alex, mirándolo.

"Oye, lo siento, sé que...dijiste que no podía venir, pero..."

Antes de que pudiera terminar, Alex se lanzó hacia él para abrazarlo.

"Eres un idiota. Te amo"

Wilbur le devolvió el abrazo. Y se quedaron ahí, acostados.

Estaba con Alex. Y todo estaba bien.

Y ahí estaban. En camino a su nueva vida. Juntos.

A un tren de distancia| QuackburDonde viven las historias. Descúbrelo ahora