No estás solo, y nunca lo estarás. -Saioma

CAPÍTULO 2

Shuichi estuvo unos días en esa escuela, y había hecho migas rápidamente con mucha gente, en especial con el primer chico que le habló y que le proclamó su hermano, Kaito Momota. Era un chico muy revoltoso, era prácticamente opuesto a él y a su mejor amiga Maki. Era una chica algo rara, pero tranquila y agradable.

Siempre pasaban los recreos juntos, mas una chica de su grupo llamada Kaede. Era muy linda y agradable.

Aunque ese chico de pelo morado... No se lo sacaba de la cabeza, siempre solo...
Aún no había visto su cara, no sabía su nombre, ni había escuchado su voz.

Su sueño era ser detective, y se propuso que ser amigo de ese niño fuera su primer reto.

-Shuichi, te toca! ¿Quién crees que es la chica más guapa de clase?

-Uhh.. no estoy seguro, no las conozco muy bien...

-Kaito se refiere al físico.

Dijo el tranquilo chico de pelo verde Rantaro Amami, al que conoció hace poco.

-Oh... Pues...

Miró a su alrededor, observando las chicas de clase, que estaban hablando todas juntas.

-Supongo que Kaede...

-¡Te gusta! ¡Te gusta!

-¡No! ¡No me gusta!

Kaito se rió, y volvió a hablar.

-La más bonita es Maki Roll, sin duda!
-¿Y tú qué quieres ser de mayor Shuichi?

A veces a Shuichi le pillaban muy desprevenido las preguntas. ¿No se supone que estaban hablando de chicas? ¿Por qué el cambio tan repentino? Y sin duda Kaito era un niño ruidoso, pero eso no molestaba del todo a Shuichi.

-Quiero ser detective,

-¿Qué es eso?

-Pues... Investigas a gente y descubres a los malos..

-¡Wooow! ¡Yo quiero ser astronauta! ¿Y tú?

-¡Yo quiero ser aventurero!

-Y shuichi, ¿A qué se dedica tu papá?

-Oh, no lo sé, no vive conmigo, pero una vez escuché a mi mamá y a mi papá pelear y mi mamá dijo algo de que mi papá "se chutaba heroína y meta", no sé qué es eso.

-¡Entonces seguro que es futbolista! ¡Qué guay!

Shuichi no estaba muy seguro si eso era a lo que se referían sus padres al pelear, pero siempre que preguntaba no le respondían ninguno de los dos, así que supuso que se quedaría con la duda.

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Por más amigos que hiciera Shuichi, no conseguía acercarse al pelimorado, eso le estresaba. Cuando estaba con Kaito no se podía acercar a él, y lo poco que llevaba allí aún no se había alejado de él.

Aunque ahora que se había dado cuenta, el pequeño chico no estaba en clase junto a todo el mundo. Miró a cada esquina de la clase pero no estaba allí.

-O-oye... ¿Dónde está el chico de pelo morado?

-¿Quién? ¿El rarito? Dicen que es un fantasma porque siempre desaparece en los recreos, y yo creo que es verdad...

-Oh... Está bien...

Shuichi no se iba a rendir, este era su momento.

-Ahora vengo Kaito, voy al baño.