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Illumi Zoldyck
ya habían pasado cuatro años desde que Aria se fue y me dejo con Akiko; fue difícil criar a Akiko, no sabía nada de la paternidad, todo lo que había leído en libros se fue al carajo cuando lo puse en práctica; a decir verdad ella no fue una bebé fácil, a pesar de no haber convivido con Aria, si que le tenía apego, ese mismo día que ella se marchó, la bebé no dejaba de llorar, mis padres trataron de tranquilizarla a su modo, le había prometido que su educación no sería igual a la mía, por primera vez en mi vida no obedecí las órdenes de mi familia, y tardé horas calmándola; con formé fue creciendo su curiosidad se hacía notar, no era digna de ser una asesina, su misma personalidad demostraba no será para para eso, no la iba a obligar, había hecho una promesa y no la rompería, además de que jamás en mi vida creí sentir una necesidad de proteger, no lo sentí de esa manera con Killua, pero con Akiko fue diferente, yo no quería que pase el dolor que yo pase...
-papá- dijo mi pequeña tirándome de la mano- ¿ya mero llegamos?
-si, ¿porque? ¿ya te cansaste de caminar?-Akiko solo asintió y yo la tomé en brazos, ella no acostumbraba salir de la mansión, incluso cuando tenía misiones, ella se quedaba en casa al cuidado de niñeras, no de mi familia, era la primera vez que salía de casa
-falta poco, ¿quieres comer algo?
-si, tengo mucha sed y quiero galletas- dijo mientras jugaba con los mechones de mi cabello; a lo lejos vi una cafetería, así que camine hasta ahí con Akiko en brazos, apenas llegamos vi que ella estaba dormida, con su propia ropa le tapé un poco la cara, era por seguridad mía y de ella, aunque más de ella
-bienvenidos, ¿mesa para dos?
-si, ¿también tienen menú infantil?
-claro- por un momento mi vista se posicionó enfrente y como si fuera el mismo destino la vi a ella
-señor por aquí
-oh, si gracias- tome asiento y desperté a Akiko
-quiero comer algo papá, mi panza suena
-ahora traen el menú, siéntate y quédate tranquila- cuando trajeron el menú ordené un café y una orden de papas para Akiko
-aquí está su orden
-gracias- mientras le daba su comida a Akiko sentí una mirada penetrante, sentí una presencia... la misma presencia que me volvía loco hace cuatro años...
-papá- la adorable voz de Akiko interrumpió mis pensamientos
-¿si?
-¿te puedo hacer una pregunta?
-¿es muy importante?- la pequeña niña solo asintió- cuando lleguemos a la habitación me puedes preguntar todo lo que quieras, ¿si?- asintió y siguió comiendo; mientras yo me dedicaba a observar a aquella mujer de cabellos rubios tomar su café rápidamente
-oh aquí estás, llevo buscándote por horas
un hombre de estatura no tal alta se sentó en la mesa de Aria, cabellos despeinados, una barba a medio afeitar, mal vestido, pero con un aura fuerte
Aria pov
Illumi seguía frente a mi, sentía su mirada sobre mi y escuchaba a una dulce niña hablar, me dolía escucharla...
-Oh aquí estás, llevo buscándote por horas- dijo Ging sentándose a frente a mi, impidiéndome ver al pelinegro
-tenía hambre y vine aquí
no sabía si ver a Ging o pedirle que se vaya a otro lado o simplemente que se cambie de asiento
con una mirada rápida vi como Ging se dio cuenta que mi atención no se dirigía a el, si no a otra cosa a lo que volteó a ver
-¿que miras?
-oh no es nada, ¿porque no ordenas algo?- le sonreí y cuando dirigí mi mirada a lo sitio donde estaba Illumi, este ya se estaba yendo con la pequeña niña en brazos
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