Sweet Little Creatures

¡Deseo cumplido!

En la semana Minhyuk ha ido varias veces a casa de Hyungwon, le gustaba pasar tiempo con él, Junnie y Haneul, sobre todo ahora con Haneul, aprovechando su visita. Ella era tan linda con él que se sentía a gusto, querido, ese cariño de madre que sólo ellas tienen.

Hyungwon ha estado planeando a lo largo de la semana la forma en que le pediría a Minhyuk formalizar su relación. Ya era hora, como lo pensó antes. No lo hizo en la semana porque quería pasar el mayor tiempo con Haneul, no era lindo dejarla sola por estar con Minhyuk. Después tendría tiempo para eso.

Hyungwon le habló a Haneul de todo lo que pensó para pedírselo. Hacerlo pasar como otra cita de fin de semana.

En su último día de Haneul en casa de su hijo, insistió en quedarse cuidando a Junnie en su casa para que él pudiera hacer todo lo pensado con Minhyuk. Hyungwon le tomó la palabra, era una buena oportunidad. Adoraba el apoyo de su madre.

Por la noche, Hyungwon y Junnie veían una película de dibujos animados, Haneul se había ido a dormir. Quería no seguir ocultándole tanto las cosas a Junnie, ya no quería seguir escondiéndole a él lo mucho que quería a Minhyuk, al final de todo, tarde o temprano Junnie sería parte vital de su historia.

—Ven, cariño.— tomó a Hyeongjun, sentándolo en su pierna. —Papá quiere hablar contigo.

Su papá tenía un tono serio. Las únicas veces que lo utilizaba era cuando lo reprendía por algo, pocas veces a decir verdad.

—¿Hice algo malo?— sus ojitos empezaron a ponerse brillosos.

—No, mi vida. Claro que no, has sido un niño muy bueno.— lo abrazo, acariciando su carita. —Quiero hablar contigo de algo que va a cambiar aquí con nosotros.

—Okay.— puso sus manitas entre sus piernas.

—Muy bien.— relamió sus labios. —Has notado que Minhyuk y yo nos hemos vuelto muy cercanos, una amistad muy grande.— Junnie asintió. —Bueno, cariño. Lo que pasa ahora es que yo lo quiero mucho, muchísimo y me gustaría que él esté con nosotros, contigo y conmigo.— Junnie inclinó su cabecita confundido. —¿Recuerdas la historia del príncipe y el mago?

—Sip.— aplaudió feliz al recordarla.

—Papá quiere lo mismo que el príncipe y el mago, papá quiere que pase eso con Minhyuk. Mira, cariño. Yo... amo a Minhyuk, así como te amo a ti, sólo que es un amor algo diferente. Y ese tipo de amor de diferente hace que las personas quieran estar juntas por mucho tiempo, y ser muy cariñosos con ellos, pasar la mayor parte del día juntos e incluirse en todos sus planes, ¿bien?— Junnie asintió. —Entonces, como quiero todo eso con Minhyuk, habrá un pequeño cambio en nuestras vidas donde él estará formando parte de ella, y pasarás muchísimo más tiempo con él y nos seguirás viendo juntos, como tú dices... besitos en la mejilla, abrazos... besitos aquí.— señaló sus labios. —Y esas cosas son cosas de personas que se aman mucho. Y les dicen novios.

—¿ Minnie y tú juntos?

—Sí, cariño.

—¿ Minnie va a ser tu novio?

—Si acepta, sí.

Junnie abrazó a su papá y dio un brinquitos por toda la casa.

—¡Se cumpió! ¡Se cumpió!— dijo un poco fuerte.

—Solecito, baja la voz. Abu está dormida.— llegó a su lado. —¿Qué se cumplió?

—Mi deseo del diente de león. Pedí que tú y Minnie estuvieran juntos.— sonrió.

—¿Por qué?

— Minnie te hace feliz, y soy feliz contigo feliz. También Minnie es feliz, todos felices si están juntos.— elevó sus bracitos.