Dientes de león

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 Hyunwoo ayudaba a Haneul con la mesa, mientras que Hyungwon le daba un baño a Junnie -ya habían tardado- en cualquier momento saldría un Junnie limpio y un Hyungwon cansado.

—Querido, te faltó un plato.— llegó Haneul, brindándole un plato de más.

Hyunwoo lo tomó, y volvió a contar los platos puestos en la mesa. ¿Por qué faltaban? Estaban puestos los cuatro platos.

—Están completos, Haneul

—Hoy tendremos visita.— rio antes de quitarle el plato y ponerlo ella misma.

Hyungwon salió con un Junnie bien vestido, y lleno de energía. Lo sentó en su silla frente a la mesa.

—¿Verdad cariño?— preguntó a Hyungwon.

—¿De qué?— jugaba con la naricita de Junnie.

—Que tendremos una visita hoy.

Hyungwon asintió con una sonrisa algo nerviosa.

—¿Quién e...— el sonido de unos golpes la puerta lo interrumpió.

Hyungwon tomó aire antes de ir a la puerta y abrirla con una gran sonrisa. Salió del apartamento por un momento, después entró de nuevo.

—Pasa.

Hyunwoo vio al chico rizado que había visto hace algunos meses cuando fue por sus sobrinos a la guardería.

—Mamá.— Haneul llegó a ellos. —Te presento a Minhyuk, Minhyuk ella es mi mamá, Haneul.

—Es un gusto conocerla.— estrechó su mano.

—El gusto es mío, querido. Hyungwon me ha hablado mucho de ti. Finalmente te conozco.— lo abrazó.

El ojiverde reprimió una sonrisa. No esperaba que Hyungwon le hablara de él a su madre.

—Y este de aquí es Hyunwoo, aunque creo que lo conoces.

—Oh, claro. El hermano de Waliyha, ¿no?— sonrió.

—El mismo, es un gusto conocer a quien ha convertido a Hyungwon en lo que es ahora. Muchas gracias, amigo.— dio palmaditas en su espalda.

—N-no hay de que.— rio algo nervioso.

Hyungwon rodó los ojos, no quería que Minhyuk se pusiera incómodo gracias a su amigo.

—Y aquí está Junnie.

El pequeño estiró sus manitas a Minhyuk para que lo tomara en brazos y le diera su besito en la mejilla. Así lo hizo el mayor.

—Hola, cielito. ¿cómo estás?

—Bien, Minnie.— abrazó su cuello.

El pequeño parecía estar feliz con la compañía de Minhyuk.

—A comer, niños.— avisó Haneul. Todos hicieron caso, Minhyuk sentó a Junnie en su debido asiento, y se sentó a su lado, Hyungwon se sentó del lado contrario, a un lado de su madre, Hyunwoo a un lado de Hyungwon.

Minhyuk en algunos momentos ayudaba a Junnie con su comida, en cómo tomarla y llevarla a su boca. Hyungwon lo miraba con ternura. Era imposible para Haneul hacer caso omiso a la forma en que Hyungwon lo veía, esa mirada tan sincera, su mirada de amor.

Sabía que Hyungwon estaba siendo completamente feliz gracias al chico que tenía sentado a un lado suyo.

Minhyuk no hablaba mucho, a menos que Hyunwoo o Haneul le hicieran alguna pregunta o la plática.

—Bastante lindo a como lo recordaba.— le dijo Hyunwoo en voz baja.

—¿Qué dices?— preguntó con una sonrisa burlona.

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