𝐃𝐎𝐒

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Siento unos suaves golpes en mi cara y mi vista se va aclarando.

Enfoco a mi padre con una cara avergonzada mientras pronuncia unas disculpas al Lord Walker.

Cuando ve que abro los ojos, me toma el brazo y me levanta, dandome una mirada matadora.

Yo trago en seco mientras trato de adaptarme a la luz de nuevo.

─Lo siento, Lord Walker. A mi hija suele pasarle eso cuando está muy emocionada. ─dice soltando una risa al finalizar. ─Disculpate con el caballero, Olivia. ─me susurra en un tono duro.

─Lo sie-siento Lord Walker... ─miro a mi padre y él abre grande sus ojos ordenandome que siga hablando. ─Como dijo mi padre, me sucede cuando estoy... m-muy feliz. ─digo esto último con la voz algo insegura.

El anciano cambia su cara de confusión por una gran sonrisa.

─Me alegra que esté feliz, mi Lady. Cuando nos casemos tendrá que ser una buena esposa; servirme y satisfacer todas mis necesitades. ─menciona dandome una mirada que me provoca ganas de vomitar.

Asiento forzadamente y, disculpandome, pido permiso para ir a ver a mi amiga presentarse.

Me meto entre las personas como puedo y espero ansiosa a que anuncien a Eloise.

Oigo un carraspeo detrás mío y al darme la vuelta observo a Benedict Bridgerton sonriéndome. Ruedo los ojos internamente.

Otra vez él.

─Hola, mi Lady. Nos volvemos a encontrar. ─comenta divertido.

Asiento sonriendo forzadamente. Al parecer esperó que diga algo más, pero al ver que no pronuncié ni una palabra, volvió a hablar.

─¿Le cortaron la lengua? ¿O conversar conmigo la dejó sin palabras? La segunda opción puedo entenderla, todas se ponen así cuando estoy yo cerca. ─dice con una sonrisa arrogante.

Levanto mis cejas indignada, y resisto el impulso de contestarle mal.

─Estoy pensando en otras cosas, Lord Bridgerton.

─¿Cosas como qué? Si se puede saber. ─pregunta curioso.

Lo miro fijo y pronuncio. ─Nada de su incumbencia.

Él sigue manteniendo su sonrisa. Dios, ¿acaso no se cansa de sonreír todo el tiempo?

Dejo de prestarle atención al escuchar el nombre Eloise Bridgerton.

─... y la muy honorable, la viuda vizcondesa Bridgerton.

Las puertas se abren y diviso a Eloise al borde de un ataque de nervios.

Ella me mira y yo le hago un gesto para que se calme y sonría. Daphne a mi lado hace lo mismo.

Cuando está a punto de caminar, se ve interrumpida por un lacayo de la reina que se acerca a ella y le entrega un folleto.

─¡He visto suficiente! ─exclama la reina, parándose.

Observo a mi amiga, que no puede estar más aliviada. Sonrío y salgo de ahí.

Luego de intercambiar algunas palabras con las mujeres Bridgerton, me despido y me marcho con mi padre a mi casa. Ya que la salida con el lord Walker se postergó.

Dentro del carruaje no pronuncio palabra alguna, y siento la mirada de mi padre fijamente en mí.

Finalmente decide hablar.

─Lo que te sucedió hoy fue inaceptable. Por suerte el lord Walker es una persona comprensiva y entendió tu situación. En cambio, yo no lo soy. Por lo tanto, si vuelves a desmayarte y hacerme pasar vergüenza otra vez, no tendré problema alguno en darte una buena golpiza. ¿Me has entendido?

Largo un suspiro y asiento. Mis ojos arden por tratar de aguantarme las lagrimas.

─¿No diras nada sobre mi debut? La reina me llamó magnífica. ─cambio de tema tratando de acabar con la tensión.

Suelta un gruñido y me mira serio.

─Era lo minimo que tenías que hacer. De lo contrario no sé que haría con una hija tan inutil. ─suelta con la voz áspera.

Tomo una expresión triste y suspiro.
¿Qué le hice para que me desprecie tanto? Con mis hermanas es todo lo contrario.

* .:。✧*゚ ゚・ ✧.。. *

Ya a la hora de dormir, mi momento favorito del día, me cepillo mi pelo ondulado y marrón y me acuesto en mi cómoda cama.

Cierro mis ojos y una persona inesperada viene a mi mente.

Benedict Bridgerton.

Sacudo mi cabeza para tratar de borrarlo, pero no lo consigo.

Pienso en nuestros cortos encuentros hoy y una pequeña sonrisa inconsciente se forma en mi cara.

También pienso en lo apuesto que se veía. Pues no soy ciega, él es un digno Bridgerton.

Pero luego llega a mi mente su estúpida sonrisa arrogante y la forma en la que se cree superior al resto, lo que provoca que todo el encanto que posee desaparezca.

Agh, decirme que me dejó sin palabras el que se me haya acercado. ¿Quién se cree que es?

El chico abandona mis pensamientos y los de mi casamiento con ese repugante hombre entran.

Mi corazón se acelera fuertemente al pensar que voy a tener que convivir con él por el resto de mi vida. Y voy a tener que darle hijos que probablemente salgan igual de feos que él.

Y de lo que tengo que hacer para poder quedar embarazada. Ugh.

Un escalofrío recorre todo mi cuerpo.

Sé lo que deben hacer las personas para poder tener hijos. Escuché hablar a las sirvientas de eso cuando tenía diecisite años. Pero obviamente nadie sabe que lo sé, si fuera así me señalarían como una cualquiera.

¿Irónico, verdad? Estoy segura de que un hombre lo sabe desde los quince años.

Si tan solo fuera un hombre.

Podría elegir con quien y cuando casarme, podría ir a la universidad, podría decir libremente lo que pienso...

Una lágrima se me escapa y me la limpio rápidamente.

Luego de tantos pensamientos rondando en mi mente, finalmente logro dormirme.

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𝗟𝗢𝗩𝗘 𝗢𝗙 𝗠𝗬 𝗟𝗜𝗙𝗘┃𝗕𝗘𝗡𝗘𝗗𝗜𝗖𝗧 𝗕𝗥𝗜𝗗𝗚𝗘𝗥𝗧𝗢𝗡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora