(María José)
Sonó el despertador "mierda" pensé,
¿Ya son las ocho? otra noche sin dormir, otra noche llena de esas putas pesadillas que me atormentan desde hace año y medio.Después de cinco minutos tratando de abrir los ojos me levanto, mirarme al espejo como cada mañana para darme cuenta de que cada día estoy mas jodida, estas ojeras no se podrán ocultar siempre.
-¡Majo baja ya! ¡Se te enfría el desayuno!-
Era Mamá, suspiré mientras me ponía el corrector para las ojeras, mis padres no sabían nada de mis pesadillas, no quería preocuparlos.
Bajé a la cocina y le di un beso en la mejilla a mi madre.
-Cariño esta tarde tienes que quedarte con Vale, tu padre y yo tenemos una reunión importante-
Mis padres eran abogados, triunfadores y una pareja perfecta con dos hijas que se mudaron a una casa a las afueras para poder descansar del ajetreo de la ciudad.
Valentina es mi hermana, tiene ocho años y es la niña más inteligente que conocía, nos solemos llevar bien, y quedarme con ella no es un horror como suelen pensar las chicas de mi edad.-No te preocupes, no tenía intención de salir hoy-
Le sonreí mientras terminaba de desayunar.
Volví a subir para vestirme, unos vaqueros mom que me quedaban largos (como casi toda mi ropa) un top blanco y una chaqueta gris, me miré y no pude evitar poner una mueca de desagrado.
Me recogí el pelo intentando quitar los pensamientos que cruzaban mi mente.
Antes de salir de mi habitación me miré la muñeca y mi antebrazo izquierdo, tuve que maquillarlos para disimular mis heridas, lo sé, no es nada ético contar que me autolesiono, al principio empezó como una forma de quitarme todo el dolor de mi pecho, el dolor físico conseguía anularlo, "solo será una vez" pensé en ese momento, hasta que sentí que funcionaba, y desde entonces no he podido evitarlo, desde hace casi cuatro meses, cuando siento que no puedo más, lo hago, después suelo prometer que "esta será la ultima vez" pero en el fondo sé que no es verdad.
Salí de casa soltando un grito de "¡Me voy!" como cada mañana y cogí la bici, era una bici antigua que encontró mi padre mientras hacíamos la mudanza. Mis padres decidieron que lo mejor para nosotras era vivir a las afueras y para ser sincera, me encantaba, había mucha paz y a unos minutos en bici, un lago precioso donde podía pasarme horas leyendo, pintando o simplemente mirándolo y sintiendo el césped en mis pies.
Cada mañana agarro la bici y en 40 minutos llegaba a la universidad,
ah si, no lo he dicho, estudio mi primer año de psicología, estoy enamorada de todas las asignaturas por muchas cosas que tenga que estudiar, así que casi sin darme cuenta, llevo las mejores notas de mi clase.Nada más llegar busqué a Diego con la mirada, es mi mejor amigo desde que tengo uso de razón y vamos juntos a clase, vi cómo se acercaba a mí con esa sonrisa que me inspiraba tanta confianza y me abrazaba. Era alto, pelo moreno, a media melena y siempre lo llevaba recogido en un moño, será por su simpatía o simplemente su atractivo, pero Diego no pasaba desapercibido por los ojos de la gente.
-Buenos días por la mañana preciosa-
Sonreí, adoraba esa simpatía que desprendía.
-Buenos días Dieguito, ¿Viste a Luna por algún lado? tengo que darle una cosa-
Luna era mi mejor amiga, los tres hacíamos el mejor equipo de todos.
-Ya entró a su clase, creo que es mejor que se lo des cuando vayamos a la cafetería-
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Bailando entre las Estrellas (Adaptación Cache)
FanfictionMaría José está rota, perdida, cansada de cargar con una sonrisa que cada vez le pesa más. Daniela aprendió a evitar el dolor, Daniela ríe y ríe de verdad, Daniela no necesita apariencias, pero necesita que la quieran Una ciudad y dos chicas perdida...