~FINGIENDO SER HOMBRE~

CAPÍTULO 48~Tendremos un bebé

-Porque Donghae te dejará porque tiene una responsabilidad conmigo—dijo confundiéndome... ¿Responsabilidad con ella?—

-¿Cuál?— ¿La de los regalos que jamÁs se los dió? :v

-Tendremos un bebé—mi pecho se oprimió, quedándome muda—Estoy embarazada de Donghae—

-No, no... no es cierto—tartamudeé—solo tratas de engañarme—

-Claro que es verdad, incluso hace rato fuimos al médico para el primer chequeo—Arqueó las cejas con una sonrisa descarada— DongHae y yo esperamos un bebé— Me quedé muda... así que me había mentido, realmente no le había acompañado a su casa para ayudarle con algunas cosas, si no que se habían ido a hacer chequeos del embarazo de... Victoria—

-Es mentira—susurré mientras mis lágrimas empezaban a formarse—solo tratas de confundirme—

-Pero si tú misma viste aquella vez en la sala, que DongHae parecía desnudarme ¿Recuerdas?—arqueó las cejas con una sonrisa triunfante en su rostro—Él y yo lo hicimos muchas veces. Es normal que esté embarazada... y a ti solo te está mintiendo para tratar de retenerte lo más que pueda, pero tarde o temprano te iba a dejar... así que es mejor que lo sepas ahora que después ¿No crees?—

Mordí mi labio y bajé la cabeza para que no me viera llorar... era tan débil y me sentía tan mal... ¿Embarazada? ¡Ese idiota la embarazó!

-Bueno. Me voy—dijo fresca—tengo que cuidar de mi salud y de la de bebé de Donghae y mío—Dijo con un timbre de voz de superioridad—Adiós. Y si eres inteligente, yo de ti me regreso a mi país inmediatamente y sin que DongHae se entere para que no te siga... de todos modos solo te tendrá por un rato.

Ella empezó a alejarme mientras yo me quedé quieta, dejando mis lágrimas caer... empecé a caminar despacio sin rumbo... la noche estaba empezando a caer y corría una ventisca que me congelaba los huesos... pero eso no me importaba... yo de verdad había creído en Donghae como tonta... ¡¿Por qué  siempre tengo que creer en sus mentiras?! Solo me lastima una y otra vez y no le importa cuán lastimada salga.

-Te odio DongHae—susurré— ¿a quién engaño? No soy capaz de odiarlo... lo amo como loca... Idiota ¿Por qué la embarazaste? ¿Por qué te andabas acostando con ella? Eres un perro—

Seguí caminando de regreso a casa, pero unas cuadras antes me detuve en un parque y tomé asiento... ¿qué debía hacer? ¿Regresarme  a mi país para no tener que verlo nunca más?  ¿Enfrentarlo y mandarlo a volar? ¿Golpearlo por mentiroso? Ni siquiera quería verlo porque sentía que verlo me derrumbaría—

-Donghae—susurré y al instante unos brazos me rodearon la cintura mientras alguien tomó asiento a mi lado. Brinqué del susto—

-¿Pensabas en mí?—Susurró esa voz en mis labios... encontrándome con los ojos de Donghae—Te estaba buscando... estaba  preocupado por ti—completó reposando un beso en mis labios—

-¡Suéltame!—lo empujé apartándolo de mi—

-¿De nuevo?—me observó arqueando las cejas—no sé por qué siento que por cada vez que me aparto  de mí, tú terminas muy enfadada conmigo ¿Ahora qué ocurre?—arqueó las cejas—

-¿Cómo que qué ocurre?—lo observé llorosa—

-¿Estuviste  llorando?—se acercó preocupado, pero yo retrocedí para evitar que me tocase— ¿Qué ocurre?—

-Tú debes saberlo ¿No?—

-Saber qué—Me observó confuso... realmente era un maldito idiota... tener el descaro de fingir que no sabe nada—