El Cartel del Sur [kookv]

Capitulo 5: Perro fiel

Estaba en el balcón del hotel fumando mientras observa sin ganas a las personas que pasaban abajo en la acera, unas corriendo por que pareciera que no les daba el tiempo para hacer todas las cosas pendientes ese día y otras caminando despacio sin tener ningún motivo para ir de prisa, simplemente disfrutando de la vida, estúpidos.

Dirijo mi mirada sin ganas hacia el parque que está pegando al hotel dónde me estoy hospedando, veo un quiosco, aburrido, corro mi vista más allá de este y veo un grupo de monjas junto a un sacerdote hablando con unas personas predicando la palabra de Dios, falsos.

—No hay nada más falso que las iglesias, solo son pura fachadas de miserables almas intentando al cielo llegar —dijo a la soledad de la habitación, mientras llevaba el cigarrillo a sus labios—. Solo son un poco más de pecadores que quieren liberarse del infierno, dicen que yo soy una persona de doble cara y las iglesias son peores —añadió, mientras le daba otra jalada al cigarro que tenía entre sus dedos, la brisa fresca de la tarde chocó en su rostro y los recuerdos de su infancia le vienen de golpe.

Como una ola, sus recuerdos azotaron en todo su ser.

Movió su cabeza para alejar esos oscuros pensamientos y se metió al cuarto, vio la hora en el reloj de la pared y notó que ya era hora, tenía que alistarse para ir con Namjoon al hospital.

Se alistó con un traje negro como la noche, se puso unos lentes de sol oscuros y salí de la habitación cerré con seguro la puerta, bajó a la recepción y ahí vio a su perro fiel, esperándolo.

—Llegas a tiempo.

—Llegué hace un minuto atrás, sabes que soy puntual.

—Lo sé, andando que ya es hora.

—Yo conduzco —dijo Namjoon y Jungkook solo asintió estando de acuerdo.

Al terminar de decir eso se dirigieron al auto y le di las llaves a Namjoon para que condusiera, nos subimos y me quedé observando a mi perro fiel, un hombre muy inteligente, no se deja guiar por sus emociones, este trabajo se trata de siempre andar un paso adelante y él es un experto en eso, es el único hombres al que de verdad respeto, el único en quien confío, sería capaz de ponerle mi vida en sus manos.

Dirigí mi mirada al frente y Namjoon encendió el auto y nos fuimos directo al hospital.

—Liam Smith, investigador de el FBI y Kim Taeyang policía de Seúl —dijo Liam, mientras él y Taeyang enseñaban sus placas a la enfermera y al policía que estaban cuidando la puerta del testigo.

—Adelante señores los estábamos esperando, nos retiraremos para que tengan más privacidad si nos necesitan estaremos en la recepción —dijo el policía antes de hacer una reverencia junto con la enfermera para luego marcharse.

Taeyang y yo asentimos, entramos al pequeño cuarto donde un hombre joven de no menos de treinta años estaba en una camilla, su piel lucia muy pálida, pero era razonable, tenía su torso vendado y con una vía con tramal en la vena del torso de su mano para el dolor y estaba conectado a un monito cardíaco.