Capítulo 4: Rival digno

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Asiendo oídos sordos a lo que su profesora de le explicaba volteo a ver por la ventana.

Todo era de un gris opaco, el cielo estaba cubierto de nueves nubes grises, casi no había visibilidad ya que la neblina opacaba toda su visión, no había un rayo de sol. Hoy hacia un mal tiempo, era un lunes oscuro ya que en esos últimos meses las lluvias han sido particularmente intensas en todo Seúl y el fuerte viento azotaba toda la ciudad de manera brusca junto con la densa neblina.

Estaban entrando en el tiempo lluviosa de Corea.

El tiempo establecido es de un mes... —escuchó decir a su profesora a lo lejos, pero extrañamente su mente no le dejaba concentrarse, la única palabra que escucho fue tiempo.

Tiempo... Una palabra que nunca le había gusto ya que para él significa que en cualquier momento todo lo importante puede acabar en cualquier momento, es como estar contra el reloj, tu vida, tu felicidad o cualquier cosa que quieres va a terminar en cualquier instante, simplemente hay que esperar a que eso ocurra o estar a la espera de que pase algo muy malo y arruine eso que te hace feliz.

Estaba callado, recostado en lo que vendría siendo su asiento por todo el año. Estaba viendo hacia la ventana, viendo como las gotas se desliza en esta, estaba aburrido, la profesora estaba explicando un tema que entendía de sobra y es por eso que no estaba prestando atención.

Su vista se dirige a un lado a otro buscando algo entretenido para poder distraerse y lo único que podía ver sus ojos eran a los estudiantes de la universidad hablando en lo que sería el campo del lugar, hasta que sus ojos se enfocaron en un grupo de chicos que venían corriendo apresurados, uno de ellos le llamó la atención por unos segundos, pero rápido se arrepiento y dirijo su vista a otro lado.

A la par suya pudo distinguir algunas voces, eran de sus compañeros y amigos que no han pardo de hablar en todo este tiempo, el ruido de la campana hace que salga de sus profundos pensamientos, era la campana del receso.

—Vamos a comer algo, Tae —me dijo Jimin, guardando sus cosas en su bolso al igual que los demás, yo solo asentí despacio mientras me paraba de mi asiento e imitaba a los demás.

—Nuestro Tae hoy está muy serio ¿Verdad? —bromeó Jin, mientras se paraba a la par mía.

—¿Por qué tan serio, Tae? —preguntó Hoseok quien estaba atrás de nosotros.

—No tengo nada, simplemente estoy un poco aburrido ya que entendía la clase —respondió, mientras que una pequeña sonrisa apareció en su rostro para luego añadir—: Además, no me gusta este tiempo.

—Si está muy horrible espero que pronto entre el verano para poder salir como antes —respondió Jimin.

—Lo de la clase la verdad es que no le entiendo nada por qué la voz de la profesora es muy chillona y no logro comprender lo que dice —dijo Jin, molesto—. Luego me explicas el tema Tae.

—Claro que sí, Jin —le respondí, obteniendo una pequeña sonrisa de su parte.

"Las consecuencias siguen, antes o después, a los actos" —dijo Jimin, imitando la voz chillona de la profesora, no pude evitar soltar una pequeña risa por la mala imitación.

"La generosidad engendra más generosidad y el egoísmo, egoísmo. Tenemos que cultivar los cuatro valsamos de la mente: Amor, compasión, alegría por el prójimo y ecuanimidad" —respondió Hoseok siguiendo el juego.

—Esa profesora habla más de la cuenta hasta cosas que no se relacionan al tema que estamos viendo —dije cansado.

Y es que era cierto, la profesora no solo se salía del tema principal, sino que costaba entenderle lo que explicaba y es por esa razón que casi nunca le ponía atención a sus clases.

El Cartel del Sur [kookv]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora