El Cartel del Sur [kookv]

Capítulo 0: ¿Malvado o Demente?

Desesperación e inquietud, esas eran las palabras correctas para describir lo que sentía en ese momento, una gran desesperación, pero ¿Cuál era el motivo?

Estaba sentado inmóvil en una silla fría y dura, estaba viendo con absoluta seriedad la sonrisa cínica y nerviosa de la persona sentada frente a él ¿Qué le resultaba tan gracioso a ese sujeto? La respuesta era sencilla, ya que por la persona que está frente a él se encontraba en aquella situación tan absurda, patético.

Sentía desesperación por el deseo de que pasen las horas rápido y poder salir de donde se encontraba, ya estaba muy aburrido de esta situación, nunca imagino que las cosas llegarían a este punto tan absurdo.

¿Alguna vez has visto con suma atención un reloj de arena? Ver como la arena cae lentamente hasta el punto de desesperarte tanto o ¿Cuándo estás en clase y deseas que las horas pasen rápido para salir? Pero parece que el tiempo marcha lento y cada vez que ves el reloj este parece no avanzar ¿O has tomado una cantidad de agua entre tus manos y le pones atención de como esta va desapareciendo poco a poco y te quedas observando con total atención como si tu vida dependerá de ello y tú solo observas sin poder hacer algo y hasta que termina cayendo por completo?

Esa clase de desesperación sentía más no lo demostraba, su rostro estaba inexpresivo, neutro, no demostraba emoción alguna ¿Pero incluso una persona como él era capaz de sentir algo tan común y humano como las emociones? La respuesta era muy clara, si y si algún tiempo atrás alguien le hubiesen dicho que era más humano de lo que él creía, se hubiese reído en su cara más hoy en día no podía decir eso.

Esta es la segunda vez que tenía esta clase de sentimiento, cosa que odiaba sentir, ¿la primera vez? Esa se la contará más adelante, ya que este sería el inicio de una historia, la historia de cómo fue su vida, algunos pondrían llamarlo malvado y otros demente, pero hoy era el día de la verdad, su verdad, la que todos deberían de saber y aun así nadie conoce, hasta ahora.

Dos hombres estaban encerrados en un cuarto blanco con una mesa gris de metal fija al piso, estaban sentados cada uno en un extremo de esta con una luz escandalosa la cual alumbraba directamente a uno de ellos, el aire acondicionado enfriaba la mesa, sillas y las cadenas que uno de los dos hombres tenía consigo más este aire no era lo bastante o suficiente frío como para compararse con el aura oscura que emanaba el hombre que estaba encadenado.

El ambiente se sentía frío y pesado, ya que estar frente a frente con un criminal de tal magnitud le recorría un escalofrío en toda su columna vertebral y poniéndole los pelos de puntas, tenía un aura muy tétrica a su alrededor, él era un psicópata de eso no tenía la menor duda, porque en sus ojos se podía ver claramente que no tenía ni una pisca de piedad por la vida humana lo que lo volvía más tétrico aún.

—S-soy —tartamudeo el hombre, carraspeo un poco para aclarar su garganta y así no tartamudear por la fuerte presencia del hombre que estaba al frente, lo ponía muy nervioso, pero lo menos que quería era que este lo notara, ya era muy tarde para ello, ya lo había notado—. Soy Daesung, nuevo encargado de tu caso.

El otro sujeto no le contesto nada y se mantuvo firme con la mirada en alto viendo fijamente al hombre frente al que se hacía llamar Daesung, movió un poco sus manos para dejarlas encima de la mesa, pero las frías cadenas que lo mantenían inmóvil de moverse de la silla le estorbaban y sin contar las esposas que estaban es sus manos previniendo cualquier movimiento que pudiese hacer en contra de Daesung.

—Bueno yo soy él remplazó de Liam Smith —habló otra vez el hombre un poco más seguro que la vez anterior.

—Nunca serás su remplazo —exclamó con frialdad, mientras lo veía fijamente a los ojos, analizando cuál sería su próximo movimiento a lo que el hombre que lo estaba interrogando se estaba poniendo cada vez más incómodo en su lugar.