Capítulo 3: Una deuda y dos notas

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—No, estoy diciendo que está jugando con nosotros, el gobierno, el mundo entero le pertenece, es como un juego de ajedrez él ya tiene sus piezas colocadas y está a un paso de ganar, nos tienen rodeados y si no nos apuramos a saber quién es y atraparlo nos dirá Jaque Mate.

—Estamos en su juego.

—Así es Taeyang...

—Exacto Liam, para mí esto no es más que un simple juego donde me mantengo entretenido —le dijo a la soledad de la oficina, mientras se llevaba una copa de vino a sus labios y escuchaba toda la conversación de esos hombres que tenía guardada en su celular—. Ay Liam, fue un error hablar en la oficina donde cualquiera puede acceder a ella y poner un pequeño micrófono debajo del asiento donde siempre te sueles sentar, sabiendo de ante mano que yo me entero de todo lo que se me dé la puta gana y hablas de tus planes en un lugar tan común y corriente —añadió, acomodándose en el asiento y poniendo sus pies encima del escritorio de cristal—. Eres tan predecible como siempre.

La grande y lujosa oficina quedo en un silencio sepulcral donde solo se escuchaba el sonido pausado de su respiración, se sentía tanta paz en el habiente hasta que el sonido de la puerta hizo eco en la oficina interrumpiendo el breve momento de tranquilidad que sentía y eso, no le gusto.

—Señor, ¿Qué haces en mi oficina, sentado en mi asiento y tomando mi vino? —siseó un hombre entrando a la oficina, en su voz se notaba el disgusto lo que le causó cierta gracia a Jungkook.

—Sí, disculpé por eso —respondió con falsa sinceridad—. Pero tengo entendido que eres el dueño del edificio ¿Es eso cierto?

—Es correcto, ¿Pero a que viene esa pregunta y que desea?

—¿Yo?, yo no deseo nada en especial.

—Vea no sé quién eres y que deseas, pero a mi oficina no entra cualquiera y menos se toma esos atrevimientos, me dices quién eres ahora o de lo contrario llamaré a los guardias para que te saquen a patadas de mi oficina y de mi edificio.

—¿Por qué tanta agresividad? Señor eso no será necesario solo vine para cobrar una pequeña cuenta pendiente contigo y me iré sin utilizar la violencia.

—Yo no te conozco, no tengo nada pendiente contigo y ya estoy cansado, no soy una persona paciente así que llamaré a seguridad.

—Qué coincidencia yo tampoco soy una persona muy paciente que digamos.

—Te lo diré otra vez, sal de mi oficina, es mi última advertencia.

—Bueno voy a refrescarte la memoria, te acuerdas de que hace exactamente dos semanas perdiste mucho dinero en uno de los casinos más lujosos en Japón y los encargados de dicho lugar te dieron una semana para juntar esa gran suma de dinero que tú perdiste y estas son las horas que no lo has hecho.

—Yo no he ido a Japón.

—Yo creo que mientes DongSun, hijo del líder del Cartel del Este.

Al escuchar eso DongSun se paralizó, sus ojos se abrieron de más y un pequeño temblor se instaló en su cuerpo ¿Quién era el tipo que tenía al frente? Y lo más importante ¿Quién le había dado esa información?

—¿Quién te dio esa información? —Soltando una pequeña risa nasal, DongSun se paró recto, mientras analizaba muy bien al hombre que tenía al frente, sus ojos extrañamente se le hacían conocidos y eso le desconcertó, pero supo de inmediato que ese hombre tenía poder, pues no cualquiera tenía tal información.

—Yo me entero de todo DongSun.

—Bueno, ya estamos hablando a otro nivel y como ya me conoces sabrás que no debes meterte conmigo o de lo contrario te arrepentirás.

El Cartel del Sur [kookv]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora