Parte 8 Odio y Coraje

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⚜Capítulo 8⚜

El sonido de un cuerno alertó a Jethro, al mirar por la ventana pudo ver a miles de caballos y soldados acercarse a la muralla, los soldados de Jethro atacaron con Aballestas barriendo grupos de soldados, pero eso no los detenía.

—Avancen rápido— gritó Darno a sus hombres

Los escudos de los soldados cantaban con los golpes de las flechas.

A los pocos minutos ya estaban los Arietes en la entrada a la muralla. Golpeaban en sincronía causando un crujiente sonido que atemorizaba a los soldados de Jethro

La muralla de Casiopea temblaba con los golpes de los Arietes en las puertas, los soldados de Casiopea derramaban aceites hirviendo sobre los soldados que intentaban subir con escaleras, la mayoría de defensores de las murallas caían rápidamente con las lluvias de flechas incendiadas, un fuerte golpe hizo caer gran parte de la entrada principal, los soldados comenzaron a entrar abriéndose paso entre el fuego, los Anwars con lanzas y escudos empujaban a los soldados de Jethro haciéndolos retroceder, mientras que los arqueros subían la muralla y disparaban sus flechas abriéndose paso hacia el castillo.

Los guerreros de Jethro retrocedieron al verse superados por cantidad.

La oscuridad del día nublado comenzaba a tomar dominio de Taurus, pero los destellos y la luz de la guerra iluminaban Casiopea, Asul aprovechó la revuelta de guerreros y se abrió paso por el pueblo entre las llamas para entrar al castillo, la multitud de soldados seguía obstaculizando el paso, por lo cual Asul al ver a muchos soldados subir por los techos, comenzó a escalar también, Froilán no pudo seguirle el paso y quedó a medio camino, gracias a su ligereza, subió a una de las torres, y entró por una ventana.

Había personas dentro gritando aterrorizadas, entre sirvientes e integrantes de la corte, pero Asul siguió recorriendo la torre. Pudo ver a un batallón que bajaban a proteger la entrada, esperó a que los soldados bajaran escondida tras una puerta y continuó hasta llegar al salón del trono, al no ver a nadie decidió regresar, para su sorpresa la puerta fue cerrada por Jethro que con mirada fija e intenciones oportunistas le dijo en voz calmada

—así que... has venido, no esperaba verte aquí—

—¡¿dónde está mi madre?! —

—no la tengo yo, pero se en donde está, puedo llevarte con ella—

—llévame, ahora mismo—

—bueno, sígueme—

Asul con su lanza apuntando hacia Jethro comenzó a seguirlo entre pasillos y salones, hasta llegar a una sauna, Jethro tiró de una soga y se abrió una pequeña entrada en la pared.

—allí está, entra—

—quieres verme la cara de imbécil? Planeas encerrarme, tendrás que entrar tu primero— respondió Asul molesta

—hey, tranquila, veo que eres muy inteligente, pero desconfiada, nunca sabrías si estoy mintiéndote—

Jethro se dio vuelta rápidamente y empujó a Asul, luego sacó la Diamante negro (la espada extraña) y atacó a Asul, pero ella logró esquivarlo a tiempo, se levantó y se posicionó para defenderse

—ya déjalo, me haces perder el tiempo niña— dijo Jethro con voz agitada

—¿y es que quieres que me deje matar por ti? —

—no es necesario, solo pelea de mi lado, tu madre no está en Casiopea, si deseas verla, es mejor que me ayudes—

—me sentencias a muerte al quererme de tu lado, sabes que desde un inicio la guerra ya la perdiste— respondió Asul

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⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

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