Capítulo 19

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Jungkook aparca derrapando en el exterior de La Mansión, donde Namjoon nos espera en la escalera.

Sólo hay unos pocos coches, incluido el mío. Había olvidado que lo dejé aquí.

—Venga, quiero terminar cuanto antes para poder tenerte unas horas sólo para mí —me toma de la mano y echa a andar.

—Pues llévame a casa —refunfuño, ganándome un suave gesto de reproche.

—Te estoy ignorando —murmura.

—Jimin —Namjoon nos saluda con una inclinación de la cabeza y nos sigue.

—¿Todo bien? —pregunta Jungkook mientras me conduce hasta el bar.

Está vacío, excepto por el personal que revolotea nerviosamente por el lugar. Me sienta en un taburete y él toma a su vez asiento delante de mí. Deja mi mano sobre su muslo. Localizo a Jeong-in, que está secando copas con un paño.

—Todo bien —murmura Namjoon—. Los del catering están en la cocina, y el grupo de música vendrá a las cinco. Lisa lo tiene todo bajo control —hace un gesto para llamar a Jeong-in, y el vello de todo mi cuerpo se eriza al oír que menciona el nombre de Lisa.

—Genial, ¿dónde está? —pregunta Jungkook.

—En tu oficina, terminando las bolsas de regalos.

¿Bolsas de regalos? ¿Qué se mete en una bolsa de regalo para una fiesta en un club de sexo? Ay, Dios, no quiero ni pensarlo.

Jeong-in se acerca y hace volar el paño sobre su hombro. Su sonrisa cálida hace que se la devuelva al instante. Es un hombre de lo más dulce.

—¿Te apetece una copa? —Jungkook me aprieta la mano que tengo en su muslo.

—Sólo agua, por favor.

—Que sean dos, Jeong-in —dice, y luego se vuelve hacia mí—. ¿Qué quieres comer?

Eso es fácil.

—Filete —digo entusiasmado con los ojos brillantes.

El filete que comí aquí es el mejor que he comido nunca.

Sonríe.

—Jeong-in, dile a Min-ho que tomaremos filete con patatas nuevas y ensalada. Comeremos en el bar.

—Por supuesto, señor Jeon —Jeong-in asiente feliz, mientras coloca dos botellas de agua y un vaso sobre la barra.

—¿Podrías quedarte aquí un momento mientras voy a comprobar algunas cosas? —me pregunta Jungkook mientras suelta mi mano, toma una botella y me sirve un poco de agua.

Levanto una ceja en señal de desaprobación.

—¿Vas a dejar a Jeong-in vigilándome?

—No —dice despacio, dirigiéndome una mirada rápida y cautelosa.

Oigo la risa atenuada de Namjoon.

—No es necesario, ¿o sí?

—Supongo que no —me encojo de hombros y miro el bar—. ¿Dónde está todo el mundo?

Se pone de pie y coloca la mano en mi muslo.

—Cerramos el día de nuestro aniversario. Hay muchas cosas que preparar —me besa en la frente y toma su botella de agua—. ¿Nam?

—Cuando quieras —responde él.

Me aparta el flequillo de la cara.

—Volveré tan pronto como pueda. ¿Seguro que aquí estarás bien?

My, myself & JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora