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Un par de días habían pasado, todo se volvía pesado últimamente, se sentía un poco solo, pero quería pensar que así estaba mejor.

Había bloqueado a Taehyung de todas las redes sociales y borró todas las fotos que tenia con él en Instragram y Facebook, pero mantenía fotos, capturas de significativas conversaciones y vídeos en la papelera de su galería.

Pasaba tiempo preguntándose qué era lo que había hecho mal, se preguntaba si ese tal Bogum quien era compañero de clase del castaño, era mejor él, pero Jeon sabía perfectamente que él era mejor, ¿entonces por qué lo habían engañado con ese tipo? Quería saber eso, pero ni siquiera tenía ganas de preguntarlo, porque sabía que fuera la respuesta que fuera, iba a ser absurda.

–¿Por qué hay tanta gente hoy? –preguntó Jungkook, apresurado preparando un café espresso.

Estaba en su turno de la tarde en esa cafetería donde llevaba trabajando casi un año, tenía una buena relación con la jefa y sus compañeros, era buen trabajador y le gustaba estar ahí.

Era amante del café, así que aparte de la paga el trabajo era bueno.

–Ni idea, pero te mantienen distraído ¿no? –preguntó Namjoon, quien estaba preparando un capuchino. Él también trabajaba ahí y era amigo del otro desde secundaria.

–Supongo que sí.

–En unas tres horas nos iremos, aguanta. –animó sabiendo la situación de su amigo. –Aquí su capuchino, pague de aquel lado. –señaló después de entregar su pedido. –Por cierto, el viernes habrá una gran fiesta en Hope, deberíamos ir, Hoseok y Yoongi dijeron que estaban apuntados. –invitó a ese antro al que usualmente iban a pasar el rato.

–No tengo ganas. –comentó el chico con una expresión abatida.

–Vamoooos, Jungkook, tienes que divertirte y liberar todas esas emociones.

–Lo pensaré.

–Jeon, tu novio está allá sentado, ¿tomarás su pedido como siempre? –preguntó uno de los compañeros que estaban ahí.

Jungkook y Namjoon miraron el interior de la cafetería tras escuchar eso, y sí, ahí estaba el chico sentado en una mesa del lugar, mirando el menú.

–Yo lo atenderé si quieres. –preguntó Namjoon y el otro solo asintió, vio a lo lejos como su amigo intercambio unas palabras con el castaño y luego camino de regreso. –Quiere ser atendido por ti, le dije que no lo harías, pero dijo que ya no te molestaría después de eso.

–Ah, maldición. –suspiro cansado y salió del mostrador caminando hacía la mesa. –Buenas noches, ¿qué te gustaría ordenar? –preguntó seriamente, sosteniendo una libreta pequeña con un lapicero.

Ese momento pareció nostálgico para ambos, usualmente el pelinegro se acercaba y preguntaba algo como; "¿Qué va a ordenar el lindo chico el día de hoy?" con una gran sonrisa en la cara y el otro solo recargaba su rostro en su propia mano sonriente y ruborizado para luego contestar; "En el menú no viene, pero quisiera tener tu corazón" o "Unos besos tuyos no me vendrían mal" o quizás "Me gustaría un chico... grande para esta noche", pero ahora esos recuerdos estaban atrás.

–Que vuelvas conmigo. –dijo Taehyung mirándolo con mirada vulnerable. –Quiero hablar contigo, esto no puede acabar así.

–Si no va a ordenar nada del menú puede retirarse. –contestó disgustado.

–Jungkook, por favor. –suplico tomando la muñeca del mesero y éste se quedó en silencio. –Esta semana ha sido un desastre, el departamento se siente vacío sin ti... Yo me siento vacío, dame una oportunidad, sé que lo arruiné, pero sé que lo puedo arreglar, perdóname por favor, Bogum y yo...

–Taehyung... no me interesa saber cómo te sientes, no me interesa tu perdón, no me interesa cuántas veces te la metió ese infeliz, ya no me interesa estar contigo. –interrumpió con una expresión indiferente y el castaño lo soltó, quizás estaba herido por esas palabras, pero no podía hacer nada, sabía que lo merecía.

–Está bien... no volveré a molestar... –respondió intentando secar sus ojos que poco a poco empezaban a lagrimear. –Hay unas cosas tuyas de la escuela y del gimnasio en casa, deberías ir por ellas, son cosas que necesitas. –comentó algo apagado.

–Pasaré mañana después del trabajo. –acordó con seriedad, de todos modos ya lo tenia planeado, necesitaba su libro de literatura o si no, le llamarían de nuevo la atención. –¿Qué vas a ordenar?

–Lo mismo de siempre…

Aléjate de mí.  《Kooktae》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora