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Después de un día cansado de escuela y trabajo lo único que quieres hacer llegando a casa es tomar una fresca ducha, una cena agradable y dormir profundamente, ¿no?

Claro que aquellos que viven con los que amaban, verlos es una bendición después de esperar todo el día para encontrarse con ellos.

Este es el caso de Jeon Jungkook quién tras suspirar cansado cerró la puerta principal de su hogar llegando más temprano de lo usual, preguntándose qué estaría haciendo su pareja o si tan siquiera estaba en casa al ver las luces apagadas del departamento donde ambos vivían. Caminó dejando su mochila a un lado y quitándose los zapatos hasta llegar a la cocina para tomar un refrescante vaso de agua, el líquido pasó pesadamente cuando escuchó un ruido extraño proveniente del pasillo.

《¿Qué demonios fue eso? ¿Taehyung? ¿Está en casa?》

El chico se quedó quieto intentado descubrir que había sido eso y los ruidos sonaban cada vez más raros, dejó el vaso en la barra y caminó lentamente hacia el pasillo, uno pequeño donde a la derecha estaba un baño y un cuarto de huéspedes, y a la izquierda estaba el cuarto grande donde dormía con su pareja, justo en ese cuarto donde se veía la luz salir de los marcos alumbrando la oscuridad del lugar.

Cada paso que daba desenmascaraba la situación.

-Aaah, más rápido, Bogum... Aaah.

《Ese es...¡¿Taehyung?!》 Se preguntó cuando sus pasos estaban cada vez más cerca de la puerta, su corazón latía rápidamente y quizás sus manos temblaban.

Su rostro quedó frente a la puerta cerrada y solo cerró los ojos molesto mientras escuchaba.

-Aaaah, así...así.

-¿Quieres más rápido, bebé? ¿Acaso tu novio no te da así?

-Cállate... aaaah, Bogum...

《Definitivamente es él...》 Conocía perfectamente esos gemidos, ¿cómo no conocerlos si el mismo los provocó tantas veces? Podía olvidar cómo sonaba el sonido de su teléfono en una llamada pero jamás esos ruidos de placer de la persona que amaba.

Su garganta se cerró y sus ojos se pusieron llorosos, solo podía mirar la perilla de la puerta y pensar en cómo pudo ser traicionado así por ese chico que parecía tan leal.

Frunció el ceño, negó con la cabeza y dio unos pasos atrás... Pero nadie conoce tanto a Jungkook, él es un tipo bastante peculiar, un hombre dominado por su orgullo.

-¿Interrumpo? -dijo con una expresión tranquila en su rostro, Taehyung lo miró asustado y el otro chico que Jungkook solo había visto un par de veces en su vida lo miró sorprendido.

Ambos tan rápido como pudieron se separaron y cubrieron sus cuerpos con la cobija que pisaban segundos antes.

-Jung-Jungkook, te lo puedo explicar. -tartamudeo el castaño nervioso, su corazón latía de miedo y su rostro ardía de vergüenza o quizás calentura.

-No tienes que explicar nada... -respondió Jeon caminando al interior del cuarto mientras encendía un cigarrillo. -Continúen en lo que estaban. -agregó llegando al closet donde lo primero que sacó fue una pequeña maleta vacía.

-Jungkook, déjame explicarte, no fue mi intención. -excusó el chico bajando de la cama, al borde de las lágrimas.

-Oh, no, Taehyung, claro que fue tu intención... -respondió el pelinegro de rodillas buscando su ropa en el closet y acomodándola en la maleta. -Terminamos.

-¡Nooo! No puedes hacer eso así, déjame explicarte.

-No tienes que explicarme nada... -aclaró de nuevo con una actitud bastante indiferente.

A Taehyung le molestaba esa actitud tan tranquila, tan despreocupada, ¿acaso ya no le importaba?

-Por favor, no te vayas... -dijo de pie envuelto en una sábana y con lágrimas en su rostro.

Jeon miró a un tercero que era espectador de la escena. -Vamos, ¿y con este tipo? -negó riendo entre dientes y volviendo a lo que hacía. -Tienes dos opciones, amigo, te lo sigues cogiendo para que me deje empacar mis cosas o te largas en este momento, prefiero la primera, parecía que estaban por terminar... -dijo mirando al tipo con una mirada fría pero con una sonrisa sarcástica mientras se terminaba ese cigarrillo.

-¡Jungkook! ¿Qué te pasa? -reclamó molesto y quizás ofendido.

El joven miró al castaño nervioso. -Taehyung...

-Vete.

El chico levantó sus cosas y se fue sin decir nada.

-Jungkook, él y yo...

-No sabía que te gustaban los penes pequeños. -dijo sorbiendo su cigarrillo mientras reía ligeramente, luego se puso de pie para terminar su equipaje.

-Me equivoqué, pero no te vayas, no me dejes así... -suplicó acercándose al pelinegro por la espalda.

Jungkook tomó la maleta ya lista y se dio la vuelta mirándolo serio, lo observó y notó esas marcas en el pecho de su pareja, quizás alguna de esas marcas las había hecho él una noche antes, pero otras sabía que no las había hecho él.

-Me voy, no me vuelvas a buscar en tu jodida vida, hemos terminado. -afirmó tomando su maleta y caminando hacia la puerta.

-¡Jungkook! -el mencionado se detuvo cuando una mano lo detuvo sosteniéndolo de la muñeca. -Te amo, por favor... él y yo no somos nada...

-Perfecto ahora ya podrán serlo, adelante deberías ir a meter tu culo a su pene que se fue erecto. -dijo mirándolo y dándole paso en la puerta, apuntando con su dedo hacia la salida.

-Jungkook... -el castaño se puso de rodillas soltando lágrimas y poniendo la mano del otro en su rostro. -Perdón... pero no te vayas, este es nuestro hogar...

Su garganta se hizo nudo al ver eso y quizás en su interior se estaba derrumbando, pero no lo mostraría. Bruscamente se soltó del agarre del otro y lo miró con desprecio desde arriba, se dio la vuelta, caminó por el pasillo ignorando los gritos y disculpas del que estaba en el suelo llorando arrepentido, se detuvo en la puerta principal, cerró los ojos, esos que quizás querían llorar, respiró profundo y salió por esa puerta sin importar nada.





Nota: Saben que pueden comentar, me gusta leerlos.

Sin spoliers por favor. <3

Aléjate de mí.  《Kooktae》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora