EXTRAÑAS

CAPITULO 5: Hermandad Anormal CORREGIDO

Al parecer no puedo vender las casas, terrenos, joyas, empresas, autos, acciones y otros. Tampoco puedo usar más del cinco por ciento de la fortuna por año y cada año tengo que venir a hablar al menos una hora con cada uno, todo esto hasta que cumpla veintidós, en cuatro años.

Terminé de leer, no tiene algo malo; las empresas están bien y no tienen deudas.

- ¿Cuál es el truco? - le digo al abogado.

- Si lo rechazas, el demonio los asesinará y también a mí - dijo el abogado.

Escuchamos la puerta abrirse; entraron dos oficiales y una convicta, la doctora Da Silvia.

Ellos la ataron igual que a su esposo y se fueron.

"Por mis hermanos"

- Hola, Agnes, ya nos conocíamos, pero creo que no me recuerdas - dijo la doctora.

- ¿No tengo que firmar una carta de confidencialidad? - pregunté a ambos.

- Solo quiero conversar de cosas triviales - dijo la doctora.

- Bien, ¿algún cambio en tu vida en el último año? - le pregunté sin interés..

- Pues; demonio quiere que te dé todo lo que tengo o me matará - dijo sin más.

- Cantabas canciones de cuna a los gemelos, cuando les quitaban sangre, también me rompiste un dedo para ver cuánto tardaba en sanar y nos dejaron por días atados a la azotea para medir nuestra resistencia a la intemperie - le dije.

- Qué buena memoria - me apremio la doctora.

"Por mis hermanos"

- No por ti - le dije.

- ¿Cuáles son tus planes? - dijo la doctora - El dinero no lo soluciona todo y tampoco durará sin un plan.

- No te incumbe lo que me pase a mí y a mis hermanos - le dije.

- Claro que me incumbe, usarán mi dinero para eso; no quiero que una niña estúpida desperdicie mi dinero para que al final termine muerta en una mesa de disección - dijo la doctora.

"Auch" "Por mis hermanos"

- Tú y tu estúpido esposo lo hicieron tres veces con mis hermanas; sentí cada una de sus muertes. No permitiré que mis hermanos pasen por lo mismo - le dije.

- Entonces, dime tu plan, porque hasta donde yo sé, están tan mal que tienen que recurrir a la ayuda de las personas que más odian en el mundo - dijo la doctora.

"Por mis hermanos"

- Qué le importa, solo firma el papel y no morirás - dije.

- No me importa morir; sé que moriré en una celda de todas formas - dijo la doctora - Se supone que son las personas más inteligentes del mundo; solo veo una niña con miedo.

"Por mis hermanos"

- Nunca te ha importado mi bienestar, no finjas para conservar tu dinero - le dije.

- El miedo paraliza, te hace vulnerable al mundo - dijo la doctora - Dime tu plan, porque si te paralizas no serás la única en una camilla de disección.

- ¿Entonces, dime qué quieres que haga? - dije.

- La única razón por la que estás viva es por suerte - dijo la doctora - Crea un plan de escape, crea un plan para cualquier cosa que pueda pasar, prepárate antes que ellos; no seas débil y no dejes que tu familia lo sea.

- ¿Cómo? - le dije - Para el mundo somos monstruos.

- Es porque no son normales; grábatelo en tu cabeza y a tus hermanos. No finjan ser normales porque el mundo nunca los verá como iguales - dijo la doctora - Es más fácil desaparecer a alguien normal; sean lo más alto que puedan, que todo el mundo esté pendiente de su último movimiento, sean carismáticos, no sean los niños frágiles e indefensos.