𝐖𝐀𝐍𝐍𝐀 𝐁𝐄 𝐘𖤐𝐔𝐑𝐒

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tragué saliva, algo avergonzada. ¿que hace él aquí? este era mi único lugar seguro. aquí estaba el árbol con el que jugaba cuando era una niña, el mismo tipo de roble que estaba en la universidad, a unos metros de la banca.

─¿que haces sola a esta hora?─preguntó preocupado, rebuscando algo en mi rostro que no encontró, solo baje la mirada.

─¿que haces tú aquí?─pregunté, no sabía que más decir.

─estas congelada.─se quejó, tomando mis manos entre las suyas, me tiró del brazo para que me apresure en seguirlo.

el se apresuró hasta uno de los edificios de apartamentos, en unos de las puertas de la planta baja, abrió la puerta con una llave. esperaba encontrarme con sus padres o algo así, pero solo dejo sus llaves y una bolsa de compras sobre una de las mesas a un lado de la entrada.

soobin tenia el cabello algo desordenado, llevaba un hoodie y sobre este una chaqueta de jean, ahí me dí cuenta que estaba muerta de frio realmente. el me tomó de el rostro molesto.

─¿que está mal contigo? ─susurró─ ¿que haces a esta hora de la noche afuera? ¿perdiste la cabeza? ¿con este clima?

yo me quedé sin palabras en mis labios, sus manos aún estaban calentitas. el se quejó mirando a su alrededor en su apartamento, no se escuchaba nadie y estaba todo a oscuras. mis ojos fueron a sus labios, tal vez el frío hacía que me vuelva completamente inconsciente.

soobin lo notó, y simplemente no hizo nada, como si esperará que yo haga algo. yo me agaché un poco, para quitar mis zapatos y terminar de entrar a su casa. me senté en el sofá.

soobin no dijo nada, solo resopló, entrando a la cocina.

─¿quieres algo de tomar?─preguntó, pude reconocer el sonido de una cafetera comenzando a ser programada.

─no, gracias.─le dije, en realidad tenía que irme en este momento... pero algo me obligó a pegarme al sofá.

unos minutos después el se unió a mi en el sofá, en silencio, su casa aún estaba a medio iluminar con solo la luz de la cocina tenuemente teniendo la sala con algo de luz. el olor a café inundaba, ahora, la casa.  el sopló un poco el café y le dió un tragó, dejando escapar un sonido de placer luego de saborearlo.

no quería estar mirándolo fijamente de nuevo, pero ahí estaba. no tenía nada que decir después de todo. bueno, estaba algo molesta por lo de hoy, aunque no fuera su culpa, realmente me hizo pensar que se iba a quedar conmigo... y no fue así.

─puedes quedarte aquí...─murmuró─ al menos un rato, hasta que te descongeles.

hasta que este caliente.─me burlé, mirándolo con una sonrisa, fue un chiste tonto, pero el no se rió.

solo le dió un trago a su cafe de nuevo, sin responder.

─yo vivía en este edificio cuando era niña...─le dije, no habia preguntado por ello, pero me sentía cómoda como para decirle cosas sobre mí─ me gusta venir a ese parque a... reflexionar.

más bien a castigarme, ¿como cuando eras niño y hacías algo malo? ése parque era mi rincón, donde iba a pensar las cosas que hacía mal... o al menos así lo pensaba yo.

no respondió, solo pasó un brazo alrededor del respaldo del sofá, nuestras piernas se estaban tocando levemente, y ahora el estaba jugando con mi cabello con su mano, de forma leve para que no me dé cuenta.

yo jugué con mi teléfono, abriendo el chat de jimin.
“terminaste con el?”
“incluso si te dije que no lo hagas??”
“cabeza hueca”

yo cerré mi teléfono con una mano, volviendo a guardarlo en mi bolsillo. soobin se acomodó en su lugar, ahora estaba más cómodo para mirarme de frente.

─supongo que no estás desde que salimos de la universidad ahi afuera... ¿o si?─preguntó, murmurando algo molesto.

se encargó de dejar su taza de café sobre la mesa de té, y yo aproveché de verlo cuando estaba despistado.  bajé la mirada, jugando con mis anillos... si, estaba ahí desde que salí de la universidad.

─ si un día quieres venir a pensar, simplemente toca la puerta aquí. no quiero que mueras de hipotermia.─murmuró, y yo asentí con la cabeza, sintiéndome regañada. posiblemente porque eso estaba haciendo.

yo levanté la mirada, pero lo primero que encontré fueron sus ojos, sus pupilas estaban algo dilatadas. supuse que por la falta de luz, pero una vez mordió su labio levemente, me hizo apartar la mirada rápidamente. me levanté de mi asiento, aclarando mi garganta.

─voy al baño, y me voy...─le dije, este asintió, parándose de su asiento velozmente.

─ah, si... por aquí.─murmuró, algo nervioso, pasando por mi lado, llevándome por un pasillo.

en este pasillo, la única puerta abierta era su habitación. creo que pude alcanzar a ver un bajo, y una librería. su cama estaba deshecha... aún así quise parar ahí cuando pasé, tal vez un rato más...

negué con la cabeza, llegando al baño, y entrando no sin antes mirarlo.

─mis padres me esperan para cenar...─le dije como una explicación, el asintió con la cabeza.

cerré la puerta detras de mí, y luego de ir al baño, lavé mis manos. habia estado aguantando por mucho tiempo, pero no me había dado cuenta realmente. estaba lista para irme, abrí la puerta.

frente a mi estaba soobin, sus manos estaban a cada lado de el marco de la puerta, su cabeza estaba mirando hacía abajo levemente. creo que no esperaba que abriese tan rápido, pero no volvió sus pasos hacia atras. no pidió perdón por estar sobre la puerta, solo quedó frente a mi... tal vez a unos centímetros míos.

─¿que haces?─pregunté, burlándome. pero el no se rió, solo relamió sus labios... dirigiendo su mirada algo bruscamente a los míos.

no estaba en mis cabales para empujarlo, ni para fingir que esto me daba risa. de hecho simplemente mi cabeza no estaba en ningún lugar, no la encontraba. se acercó un poco más, y pude sentir su aliento a café amargo. no hice nada, pero aún así quería más, como si ya nada más importará.

sus labios rozaban los míos, eran suaves... pensé que iba a hacerlo, de hecho pensé que si no lo hacía, iba a tomar la iniciativa.

─hey, soobin.─unos golpes algo bruscos lo hicieron separarse de forma inmediata, luego la puerta se escuchó abrirse de par en par.

el me empujó hasta el baño de nuevo, con una sonrisa, pidiéndome disculpas. pero no supe como reaccionar, me reí sin aire, tocando mi pecho. avergonzada hasta el máximo, ¿qué. acaba. de. pasar? mi corazón latía de forma rápida. no tenía una explicación a lo que casi... hago.

tenía... no, bueno, no tenia novio. pero, acabábamos de terminar. no estaba bien... besarse con su amigo. escuché las voces de afuera, se reían y gritaban.

─quédense en mi habitación, yo iré en un momento.─les aseguró soobin. luego un portazo, y luego finalmente la puerta frente a mi se abrió.

el me alcanzó a tomar de la mano, para ayudarme a escapar de su departamento... con rapidez. una vez fuera de la puerta, el buscó algunas palabras para disculparse... no sé porqué.

─yo... ah, lo siento.─dijo, sonriendo avergonzado, sus hoyuelos se marcaron mucho

yo asentí con la cabeza, sonriéndole de vuelta, tocando su mejilla para empujar su rostro hacía un lado.

─no te preocupes, nos vemos.─le dije burlándome de él, este no respondió.

sus ojos no me decían claramente que querian, solo no se veían como si genuinamente quisiera disculparse.

yo no quería que se disculpe, queria que me tiré hacia el y termine el maldito trabajo. pero simplemente asintió, cerrando la puerta. no dijo nada más.

te odio choi soobin, but maybe i just wanna be yours.

BLANK SPACE | © SOOBINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora