𝐃𝐈𝐓𝐓𖤐

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jeno exhaló el humo del cigarro que tenia entre sus dedos llenos de anillos. estaba apoyado aburrido sobre el poste, esperando a que simplemente dijera lo que sea.

─deberiamos terminar.─le dije, lo que estaba esperando, el no dijo nada, tampoco esperaba una respuesta.

el sólo me miró, cómo si tampoco supiera que más decir. solo cabeceó una vez, antes de que me fuera. cómo si lo entendiera, ¿en serio? ¿cuatro años? ¿y esa es toda su reacción?

me alejé del campus, corriendo adentro de la universidad de nuevo, escapandome a mi lugar seguro. me senté en la banca respirando cansada, mis manos dolían por la manera que las estaba apretando.

el aire frio hacia una especie de humo cada vez que respiraba cansada. miré al cielo, y estaba despejado, pero aún asi estaba congelandome, esperando que suceda algo... ¿ahora seré feliz? dudaba que algo así sucediera.

levanté mi mirada, viéndolo venir corriendo hasta mí. estaba con un rostro extraño en su rostro, corrió y una vez frente a mi apoyó sus manos sobre sus rodillas, respirando con dificultad. una vez se sintió mejor, me abrazo con fuerza.

me quedé en mi lugar sin saber que hacer.

─¿que haces?─le pregunté y este se rió cansado

─uh, vine corriendo... hace frío hoy. ─me dijo, separándose avergonzado─ escuché a jeno... y... hey...

seguía cansado, nuestros ojos se encontraron, haciéndome sentir extraña.

─soobin...─lo llamé avergonzada─ estoy bien, solo quiero estar a solas.

jugué con mis anillos, el se sentó a mi lado. creo que sin entender lo que le estaba pidiendo.

─bien, estemos solos.─murmuró, rebuscando en su mochila.

yo no respondí. no quería hablar realmente, solo lo miré, estaba buscando algo entre sus cosas, cuando lo encontró sonrió levemente. quise reprimir mis pensamientos, no queria estar justo aquí mirándolo atentamente, no cuando acabo de terminar con mi novio...

pero ahi estaba, con mi cabeza girada a un lado, observandolo. como un pequeño hoyuelo se forma a cuando sonreía, o cómo me miró desconcertado cuando se dió cuanta de mi mirada. mi mano se dirigió a su oido, tocando levemente su arete, que colgaba haciendo un pequeño ruido de vez en cuando.

─no sabía que tenias piercings...─le dije, su oído como si tuviera consciencia propia se enrojeció, el aclaró su garganta. entonces quité mi mano, queriéndome disculparme, no me acostumbraba que él fuera tan... cercano a mí, pero yo no pudiera ser de la misma forma.

─ah, si...─se rió avergonzado, cubriendo su oído─ fue... yeonjun, él me lo hizo.

yo asentí con la cabeza, apartando la mirada de él por completo. no sabía que decir... ya lo sabía todo, pero aún asi sentí que habian cosas que no conectaban del todo, aún habian cosas que no cuadraban...

─tu tienes uno en el ombligo...─dijo, y yo asentí algo desconcentrada.

no respondí, me quedé mirando al viento soplar algunas de las hojas del árbol a unos metros nuestros, no me sentía bien hoy.

─¿dolió demasiado?─dijo, estirándose hacía atrás, quedando en mi campo de visión por completo, como si se hubiera puesto frente a mi a propósito.

yo lo miré burlándome, por querer llamar mi atención a toda costa.

─si, mucho.─le dije, este se rió avergonzado, volviendo a su lugar.

yo resoplé levantándome de mi asiento.

─voy a ir a algún lugar...─le dije, cansada─ y no intentes seguirme... quiero estar sola.

comencé a caminar, pero una mano tiró de mi... sorprendiéndome por completo.

─¿porqué te vas? ─se rió, estaba nervioso─ ¿que sucede si quiero que te quedes aquí...?

yo levanté la mirada lentamente, soobin trago saliva, levemente soltando mi mano, como si me estuviera dejando decidir... o si se hubiera arrepentido de decir algo al respecto.

yo me reí, bajando la cabeza, aplastando algunas hojas secas con mis pies. volví a la banca, sin que él se lo esperaba. el se quedó avergonzado, rascando su nuca frente a mí.

─yo... voy a ver cómo está jeno.─murmuró, apuntando la universidad de nuevo, yo aparté la mirada─ te dejaré sola, nos vemos hana.

el comenzó a caminar, alejándose de mí, nuestros ojos se encontraron levemente una vez estuvo lejos. el sólo volvio a caminar, de nuevo hasta que lo perdí de vista. yo aparté mi mirada, los ojos me picaban.

era justo lo que yo quería, pero pronto me dieron ganas de llorar. apreté mis labios, intentando no hacerlo aquí, en público. le había pedido que se vaya, pero una vez sola... quería que se quede a mi lado. hablando estupideces, diciendo cosas triviales, simplemente a mi lado.

no debía estar pensando en otro chico, mi novio y yo habiamos terminado... pero había algo en ese alto imbécil de pelo oscuro que me había hecho olvidar de las cosas que me sucedían.

volví a terminar mis clases, evitando volver a esa banca, realmente no quería ver a nadie más. de hecho evité lo mas que pude a los pasillos, ni siquiera ví a jimin en toda la tarde. jugué con mi teléfono durante el almuerzo para no tener que ir a la cafetería, mastique algunos caramelos hasta la hora de terminar el recreo y corrí de una clase a la otra.

suspiré entrando a mi auto, había podido salir antes incluso, habían algunos mensajes, pero ninguno era importante. por lo que simplemente comencé a conducir, solo habia un lugar importante para mi en el que podia estar. no queria estar en mi casa, no quería que jimin empiece a hablar de jeno...

resoplé a través del frio, moviéndome en el columpio, de forma triste. ni siquiera recordaba, cuánto tiempo llevaba aquí, suficiente... supongo. habia perdido la conciencia esperando, o más bien pensando. cuando llegué aún habian madres con sus hijos, ahora ya no había nadie.

una llamada llegó a mi teléfono, guardándose entre las otras de mi hermana y jeno. habían algunas de mark y otras de yeri. el verificador de llamadas marcaba “mamá” por lo que respondí sin pensarlo.

─¿si?─pregunté

mi madre me preguntó dónde estaba, sin saludarme, sonaba algo preocupada

─ hoy salí antes, estoy en la casa de un amigo...─mentí

ella exhaló mas tranquila, pidiéndome que vuelva en cuánto pueda, que estaban cenando en casa.

─claro, en un rato estaré ahí, no te preocupes~

me advirtió que era peligroso a esta hora, y que le mande saludos a mi “amigo”.

─nos vemos, te amo ma.─alejé mi teléfono de mi oído, la llamada habia finalizado.

yo me reí, bajando la cabeza. habian muchos mensajes de texto, todos excepto uno eran triviales. el de jeno, diciéndome que hablemos una última vez. apagué mi teléfono guardándolo en mi bolsillo.

¿hana? ─me llamaron, haciéndome levantar la cabeza─ ¿que haces aquí?

BLANK SPACE | © SOOBINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora